A 256 millones de euros asciende el gasto anual de los tinerfeños solo por no tener el anillo insular de carreteras. Ese gasto se obtiene de sumar la inversión en combustible, tiempo, reparaciones y colas para trasladarse tanto para acudir al trabajo como para disfrutar de tiempo de ocio. Los baremos utilizados para ese cálculo son los establecidos por el Ministerio de Fomento para ello.

El Cabildo remitirá al Gobierno central el estudio externo elaborado por Corporación 5 para determinar el coste-beneficio del anillo insular, la obra prioritaria en materia de carreteras para el equipo gobernante que lidera Carlos Alonso y para la que ya han pedido, en consonancia con un acuerdo plenario adoptado en noviembre, que el tramo comprendido entre Santiago del Teide y El Tanque sea declarado "itinerario de interés nacional". Eso obligaría al Ejecutivo central a asumir la inversión máxima de 471 millones que costaría tal obra.

El proyecto, que cuenta con estudio ambiental y que "podría licitarse mañana mismo", abarcaría una longitud de 10,8 kilómetros, de los que 5,2 serían en túnel. El plazo de construcción es de tres años, con una previsión de puesta en funcionamiento en 2019 como estimación más optimista. Se trataría de una vía rápida (un carril por sentido, salvo el túnel, que tendría dos) de 80 kilómetros a la hora.

Su coste estimado sería de 382,1 millones de euros, pero si se opta por la fórmula del "sistema alemán" (pagar toda la obra cuando concluya) la cifra se elevaría a 471 millones. En el caso de que la opción elegida sea la del "peaje en sombra" (adjudicar la obra por una concesión administrativa de 40 años abonando la administración, nunca el conductor, el uso que hagan los ciudadanos del túnel a 0,495 euros por kilómetro y vehículo), el coste podría alcanzar los 680 millones cuando concluya la explotación.

El anillo insular posibilitaría desviar por él a un máximo de 18.000 vehículos, descongestionando el área Metropolitana, propiciando una mayor dinámica económica, fomentar el empleo, ahorro y evitar el desarraigo de la población.

"Queremos que la siguiente obra en carreteras que se licite en la Isla sea el cierre del anillo insular", manifestó el presidente del Cabildo, Carlos Alonso, mientras que el consejero de Carretera en la corporación, José Luis Delgado, recordó que en uno o dos años se amortizaría la inversión del tramo que está por adjudicar. De no hacerse la obra, los usuarios obligatorios de esa zona de la red viaria emplearían en ella el tiempo equivalente a 14 días de su vida en el plazo de concesión que se está barajando.

"Es la inversión más estructurante para la Isla", defendió Delgado, quien dijo sentirse "vejado" cuando Fomento esgrime el argumento de que en Canarias no hay carreteras nacionales para negarse a financiar las obras. "En Dos Hermanos llevan tres años haciendo un túnel igual para acceder a Sevilla, a donde se puede llegar por otros medios, y lo pagamos todos, también los canarios. Tenerife pide justicia y tenemos que alzar la voz".

El presidente del Cabildo anunció la realización de un estudio sobre las repercusiones que tendrá en el empleo esta actuación, mientras que José Luis Delgado adelantó que del estudio vigente se desprende "que en 2021 habría que ampliar el número de carriles" actualmente proyectados. El cierre del anillo también sería la infraestructura más ecológica de la Isla porque reduciría la emisión anual de 1.700 toneladas de CO2.