La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife condena a seis años de prisión a un exempleado de Titsa que trabajaba en mantenimiento de máquinas expendedoras de bonos y a su esposa por el delito de falsedad en concurso. Asimismo, sus tres hijos están condenados a un año de prisión. Además, por el delito de receptación también le impuse dos años a un quiosquero y 20 meses a otros tres.

Esta sentencia fue emitida el pasado día 2 y se corresponde con el caso de la venta, entre diversos comercios y quioscos de Santa Cruz de Tenerife y de otros municipios, de bonos de guagua de 12 (sobre todo) y 30 euros a precios inferiores a los legalmente permitidos por la compañía Titsa, por lo que el copartícipe del hecho delictivo los vendía con más ganancia.

Con esa ya confirmada, aunque no en sentencia firme, venta fraudulenta se detectó un desfase en las cuentas de la compañía pública de transporte que la propia Audiencia Provincial cifra ahora en 4,3 millones de euros.

Los hechos fueron denunciados por el Cabildo de Tenerife (como propietaria de la compañía Titsa) el 29 de mayo de 2009, al detectar que la venta de bonos reflejaba que era inferior a los utilizados por los usuarios de la guagua, aunque desconocían cómo podía ocurrir dicha discordancia.

La sentencia determina que los condenados llevaron a cabo esta actuación ilegal durante los años comprendidos entre 2004 y 2009.

La Audiencia Provincial absuelve a los acusados del delito de blanqueo de capital.