Después de las pulgas del Pancho Camurria, las chinches del Albergue Municipal, ahora Centro de Acogida (foto de abajo). Tanto Sanidad como Atención Social solo reconocían ayer como última y más reciente actuación frente a estos "animalitos" la efectuada en una habitación del inmueble el pasado 6 de junio. La anterior está fechada a principios de mayo, en este caso en dos cuartos. Este periódico puede asegurar que con posterioridad, y casi al mismo tiempo que en el inicio del problema en el Pancho Camurria, el Servicio de Control de Plagas municipal tuvo que actuar.

Alicia Álvarez, concejal de Atención Social, valoró para EL DÍA: "No tenemos constancia de esa supuesta actuación y a día de hoy puedo afirmar con rotundidad que no hay chinches en el Albergue. Prácticamente a diario inspeccionamos para detectar y eliminar a estos bichos en un lugar donde convive un centenar de personas al día, que suelen estar en la calle y que vienen de todas partes, de la isla y de fuera".

"Insistimos mucho, añadió, en la higiene personal de los usuarios, en que se duchen y se aseen antes de ir a la cama, pero a estos insectos les encantan los colchones o cualquier tipo de grieta, que es su espacio ideal, y pueden introducirse en una maleta, una bolsa o un zapato. Eso es incontrolable en un caso puntual, pero trabajamos para erradicar cualquier posible plaga. Por eso hace un año adquirimos unos colchones especiales antichinches y otros bichos".

Si aparecen las chinches, algo más probable en épocas como la primavera, indicó Álvarez, "se desinsecta a través de la empresa contratada al efecto y se cierra el lugar para aislarlo hasta que sea posible su reapertura. Normalmente se reduce el problema a una habitación, aunque es cierto que hace unos años hubo que aislar y evacuar todo un pabellón".

La concejala concluyó: "Aquí hay que trabajar día a día para diagnosticar primero y luego solucionar si es necesario, pero debo decir que en el centro han mejorado considerablemente las condiciones de habitabilidad, la higiene y la convivencia entre los usuarios y entre estos y el personal. Hace tiempo que el Albergue no es la zona de guerra que fue".

Se ha actuado rápido y bien, pero mucho cuidado con estas cosas porque después de las pulgas y las chinches hay que recordar que "las cucarachas son para el verano".

Servicios coordinados en "el barrio nº 82"

Todo comenzó el martes 17 de junio. La UTAT había convocado esa tarde asamblea en el Pabellón Pancho Camurria para tratar sobre la situación del sector del taxi. Una plaga de pulgas lo impidió, tal y como se hizo eco EL DÍA en su edición del miércoles 18 (imagen de la derecha). A partir de ahí comenzó a actuar el Ayuntamiento de Santa Cruz en una labor coordinada de diferentes servicios. En este sentido, la concejala de Atención Social, Alicia Álvarez, recalcó que "donde hay animales y basura se generan bichos, pero lo que pretendemos evitar a toda costa es estigmatizar al colectivo que vive allí". "La plaga de pulgas", añadió la edil, "se extinguió el pasado 26 de junio después del trabajo de choque del Servicio de Control de Plagas del Área de Calidad Ambiental, que dirige mi compañera Yuri Mas". Ahora el trabajo s e centra en mantener las condiciones de salubridad para que no se repita algo similar". "Hoy (por ayer) se retiraron algunos animales y luego las basuras acumuladas para proceder a limpiar a fondo. Siempre previo contacto con los residentes que ahora son la mitad que hace año y medio".