El deseo de volar ha estado íntimamente ligado a la condición humana. Los clásicos lo representaron con el mito de la figura de Ícaro, aunque también es posible alcanzarlo desde la imaginación o, más terrenalmente, tomando un avión.

La reina de España inauguraba el 6 de noviembre de 1978 el aeropuerto de Tenerife Sur -que por tal razón lleva el nombre Reina Sofía-, una infraestructura estratégicamente ubicada en la zona costera del municipio de Granadilla, junto a la central eléctrica, próxima a los núcleos turísticos en expansión del Sur y a una distancia intermedia de la capital de la Isla, cuyo Plan Director ya establecía desde su puesta en marcha la necesidad de ampliar el campo de vuelo.

Desde entonces, el crecimiento galopante impulsado por la actividad turística y un modelo de expansión desarrollista, con la construcción como motor productivo, proyectaba sobre el terreno la idea de convertir al Archipiélago en la gran plataforma logística del Atlántico, centrando así las prioridades hacia las grandes inversiones y desembocando en la implantación sobre la Isla de unas hasta entonces impensables megainfraestructuras.

Al abrigo del Plan Insular de Ordenación (PIOT) se diseña una gran operación estructurante en torno a ejes como el aeropuerto de Tenerife Sur y el puerto de Granadilla, la introducción del gas como combustible alternativo al fuel derivado del petróleo, la coordinación con las futuras líneas de trenes como generadoras de conectividad en la Isla y el desarrollo de unas infraestructuras que dieran forma a lo que se denominó Plataforma Logística del Sur.

En este contexto, el aeropuerto de Tenerife Sur representa un pilar esencial, una de las columnas vertebradoras sobre las que debe descansar el progreso de la economía de la provincia tinerfeña.

Lo cierto es que entre discusiones sobre la adecuada revisión de los planes directores, de la definición de los proyectos sobre los campos de vuelo, la ampliación de infraestructuras, etc., los políticos isleños han mantenido un pulso constante con el Ministerio de Fomento -fuera cual fuera su color- y el operador Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) que se ha ido eternizando en el tiempo, con la demanda de la segunda pista y la construcción de una nueva terminal de pasajeros para el aeropuerto Reina Sofía como telón de fondo.

En este escenario también ha intervenido el factor de la pugna que sostienen los poderes políticos y económicos de las dos islas centrales, Tenerife y Gran Canaria, producto de una atávica rivalidad, en busca del objetivo de lograr el mayor "pedazo" de los fondos y las subvenciones que reparten el Estado y Bruselas.

Con el Partido Popular (PP) en el Gobierno central, la sensación que se tenía desde Tenerife era que Gran Canaria, desde donde se reclamaba con insistencia la construcción de una nueva pista para el aeropuerto de Gando, utilizaría su influencia en Madrid para acabar decantando para sí la balanza de la batalla aeroportuaria.

Cuando el PSOE liderado por Zapatero recuperó la Moncloa, desde Tenerife se movió ficha con rapidez. La entonces ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, aseguraba en el año 2006 a requerimiento de Ricardo Melchior, presidente del Cabildo, que los trabajos de la segunda pista de Tenerife Sur irían casi parejos, con tan solo un año de diferencia, a los de la tercera pista de Gran Canaria, donde todavía no se disponía de los terrenos precisos para desarrollar esta infraestructura aeroportuaria.

En Gando se hacía preciso costear expropiaciones y nuevas viviendas, mientras que en el proyecto de Tenerife-Sur -que contaba con la reserva de suelo necesaria-, la mayor parte de la inversión se destinaría a dotar a la terminal de enlaces con la nueva pista.

Con todo, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, aseguraba que la segunda pista del Reina Sofía no iba a ser precisa hasta, al menos, después de 2010 y que por ese motivo se había decidido invertir primero en la nueva terminal de pasajeros, la llamada T-2, que desde su apertura está siendo infrautilizada.

Por entonces, la ministra socialista eludía compromisos firmes y aclaraba que la obra estaría lista "cuando la demanda así lo requiera", dejando la segunda pista en el aire y apoyándose en que "no se puede plantear que sea necesaria antes", porque "todos los estudios avalan lo contrario".

De esta manera contestaba a la petición formulada por parte del presidente del Cabildo tinerfeño, Ricardo Melchior, quien solicitaba acelerar las obras bajo el argumento del constante crecimiento de la población y la creciente llegada a la Isla tanto de trabajadores foráneos como de turistas.

La ilusión creció cuando en 2008, Fomento presentaba el famoso Plan Canarias, un programa de inversiones con una cantidad cercana a los 3.000 millones, en el que figuraban 198 millones destinados a la nueva pista de vuelos y rodaduras asociadas al Reina Sofía.

De manera oficial, desde el Gobierno central se comunicó que estaba previsto comenzar la redacción del proyecto en el año 2012, el inicio de las obras se fijaba para 2014 y se estimaba su puesta en servicio en 2016.

La ansiada segunda pista del aeropuerto Reina Sofía tendría una longitud de 3.500 metros y se ubicaría paralela a la actual, hacia el lado norte, como así quedó definido en su momento al estudiarse las diferentes alternativas.

El tiempo pasaba y no se concretaban los compromisos. El último "gran argumento" de las autoridades canarias en demanda del comienzo de la obra se apoyó en la posibilidad de aprovechar el árido resultante del desmonte de la futura segunda pista como relleno en la incipiente construcción del puerto de Granadilla.

Pero entonces llegó la crisis para cambiarlo todo. La economía no despegaba, los grandes proyectos se fueron quedando en tierra y aquella idea de la gran plataforma logística forma ya parte de los sueños, como el mito de volar.

La capacidad del aeropuerto de Tenerife Sur se sitúa en el 36%, según datos de Aena, un cálculo de las operaciones que se realizan por hora , de un máximo de 33, que no se alcanzan siquiera los viernes.

Alonso: "La prioridad, una nueva terminal"

El presidente del Cabildo sostiene que el aeropuerto Reina Sofía requiere inversiones. Ahora bien, Carlos Alonso establece un cronograma de actuaciones que ordena en función de dos variables: urgencia y prioridad.

En este sentido, subraya que la primera necesidad debe orientarse a "mejorar el funcionamiento de la terminal actual". A su juicio existen dificultades en aspectos tales como mantenimiento de la infraestructura; funcionamiento de los puntos de las zonas de control; problemas de saturación por el exceso de usuarios en los hall de espera; dificultades en el embarque de determinados pasajeros, sobre todo los que necesitan visado o requieren control de pasaporte.

"Estamos a la espera de que desde Aena nos hagan llegar una propuesta", destaca Alonso. El presidente señala la posibilidad de dar uso a la nueva terminal (T2), que se abrió en la época en la que el socialista José Segura fue delegado del Gobierno y que prácticamente ha permanecido inutilizada. "De alguna manera, podría resolver este déficit".

Lo cierto es que Aena pone reparos, "pero debemos pensar en un horizonte de 5 a 10 años, en la idea de contar con una nueva terminal, orientada en función del trazado de la nueva pista", precisa Alonso.

No obstante, subraya que "nuestra segunda inversión prioritaria también estaría orientada al lado tierra, con un nuevo edificio terminal y para hacerlo realidad hay que empezar a planteárselo a Aena, porque debemos trabajar ya en la elaboración y redacción de proyectos y la planificación".

En este sentido se abre una opción interesante a través de la Red Transeuropea y en el actual escenario de privatización, "por cuanto un socio privado vería posibilidad de negocio y rentabilidad en un aeropuerto como el Reina Sofía", con fórmulas de financiación, señala Alonso.

El tercer elemento lo representa la segunda pista. "No se trata de pedirla porque sí, sino de analizar los flujos de pasajeros y acordar con Aena en qué momento resultaría preciso que la pista pudiera estar disponible".

Ocho millones de toneladas de tierra

El presidente de la patronal de la construcción (Fepeco) aseguraba en mayo de 2013 que eran necesarias 8 millones de toneladas de tierra para el puerto de Granadilla, que debían salir del desmonte de la segunda pista. Breve cronología: un díficil plan de vuelo 1988.- El Cabildo solicita una segunda pista norte en el aeropuerto del Sur. 1990.- En mayo, Adán Martín, presidente por entonces del Cabildo, propone una nueva terminal de pasajeros. 1992.- Aena anuncia que no habrá nueva pista en el Reina Sofía, al menos hasta 2010. 1993.- Se inician los trámites para elaborar el nuevo Plan Director de Tenerife Sur. 1995.- Se aprueba el Plan Director del aeropuerto. 1997.- Sale a concurso la redacción del proyecto de la segunda pista y la terminal de pasajeros. 2000.- Fomento anuncia una inversión de más de 95.000 millones de pesetas en el aeropuerto de Tenerife Sur. 2001.- El presidente del Cabildo, Ricado Melchior, afirma que la inversión en el Reina Sofía no corre peligro. 2002.- El ministro de Fomento, Álvarez Cascos, firma la orden del Plan Director que prevé la posibilidad de construir la pista Norte, la Sur o ambas. 2003.- Fomento oficializa la construcción de la segunda pista. Los trabajos de desmonte podrían iniciarse en 2004. 2005.- Álvarez Cascos anuncia que las obras de la segunda pista comenzarán en 2008. 2006.- La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, anuncia que la segunda pista se proyectará en 2010 y no estará operativa hasta 2014. -Aena anuncia que soterrará el tendido eléctrico del Sur por el aeropuerto cuando construya la segunda pista. 2007.- Aena presupuesta las actuaciones en Tenerife Sur en 390 millones de euros, con inicio en 2008 y un plazo de ejecución de cinco años. En ella se contempla una segunda pista a 1.115 metros de distancia. 2008.- La nueva terminal de salidas del aeropuerto Tenerife Sur estará en funcionamiento durante el segundo semestre de este año, tal y como aseguraba el entonces delegado del Gobierno, José Segura. 2009.- El vicepresidente del Cabildo y consejero de Turismo, José Manuel Bermúdez, advertía de que Tenerife Sur necesita "de manera inmediata" una nueva terminal. 2010.- La Comisión Europe considera que el proyecto de construcción de una segunda pista en el Reina Sofía no vulnera las directivas que regulan la contaminación acústica. -El coordinador de Izquierda Unida (IU), Ramón Trujillo, ve innecesaria la segunda pista.