Enterrar tuberías puede que no dé votos, pero sí los puede quitar. La expresión es del portavoz de IR-Verdes en el Ayuntamiento de El Rosario, Escolástico Gil, y podría resumir lo ocurrido en las últimas semanas con el agua en el municipio.

La crisis del agua vivida en la zona baja de El Rosario ha puesto en evidencia que la ausencia de inversiones puede poner en peligro el suministro, a pesar de ser una localidad que cuenta con un gran caudal de agua propia (el 53% de la que se consume).

El asunto se antoja tan complejo que, incluso desde la oposición, se miden las palabras cuando se toca el asunto. ¿Por qué? Porque la solución, aunque reconocida, no es del todo fácil de asumir por el alto coste económico que conlleva: 5,5 millones solo en mejora del abastecimiento.

Es decir, que exabruptos propios del debate político aparte, quienes aspiran a gobernar en El Rosario saben de sobra que la gestión del agua es un tema más que complejo. Eso sí, lo que no parece lógico es que, con un informe del propio grupo de gobierno -lo hizo el actual edil de Medio Ambiente, Manuel Martínez- que da soluciones al problema, en 2014 se hayan destinado solo algo más de 260.000 euros.

Y es aquí donde la oposición centra sus críticas. Sin dejar de reconocer que el Ayuntamiento rosariero no puede acometer solo la mejora de la red, Escolástico Gil reclama que "como mínimo se deberían invertir 500.000 euros por año en mejorar el servicio".

Claro que, con las causas de la caída del suministro de la semana pasada aún por aclarar -la versión que se ha dado hasta ahora del excesivo gasto de un abonado se desvanece con el paso de los días-, el concejal de Servicios Hidráulicos, Abel Acosta, justifica la actuación municipal con dos argumentos: se mantuvieron las previsiones de compra de agua de 2013, un ejercicio en el que no hubo dificultades, y había otras inversiones prioritarias en 2014.

El edil reitera que no esperaban que pudiera producir un gasto tan alto como el que se produjo. "Un depósito no se va abajo de hoy para mañana", enfatiza.

¿Dónde está el problema entonces? "El principal problema del suministro de El Rosario lo tenemos en la zona baja", admite Acosta. Según recuerda, el consistorio asumió, en el primer semestre de 2012, "con lo bueno y con lo malo", el servicio de esta urbanización, que hasta ese momento gestionaba la empresa Entemanser desde el año 1996. "Y cuando ellos tenían problemas nosotros le exigíamos", puntualiza.

Desde ese momento, el ayuntamiento gestiona directamente el cobro del gasto de agua en esta zona, sin pasar por el Consorcio de Tributos. Esa sería la parte buena. La mala, que el estado de la red no es, ni mucho menos, el que el consistorio desearía.

De ahí la necesidad de acometer obras urgentes como la que se está haciendo ahora, que consiste en conectar una tubería para abastecer directamente el depósito de Tabaiba y garantizar así el suministro de la zona baja.

"¿Que se podía invertir más? Sí. ¿Que el plan director nos dice que nos hacen falta unos depósitos reguladores mayores para tener agua reservada? Sí. ¿Que hay otras opciones que el ayuntamiento está barajando? Sí. ¿Que de cara al futuro queremos hacer un depósito mayor en la zona de Tabaiba para recoger agua en invierno? Sí.", reflexiona Abel Acosta.

Escolástico Gil

concejal de iR-VERDES EN EL AYUNTAMIENTO de el rosario

Abel Acosta

concejal de servicios hidráulicos de El rosario