El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) ha calculado que la emisión actual de dióxido de carbno (CO2) en la dorsal noroeste de Tenerife, que es en la que más erupciones volcánicas se han producido, es de 188 toneladas diarias, valores que este instituto científico considera dentro de la normalidad.

Involcan indica que estos resultados reflejan un proceso de desgasificación estable en edificio volcánico de esta zona de Tenerife durante los últimos seis años.

Una nota del Cabildo de Tenerife, al que pertenece Involcan, indica que este instituto ha finalizado la campaña científica de 2014 sobre emisión difusa de dióxido de carbono a la atmósfera por el edificio volcánico de la dorsal noroeste de Tenerife, que se realizan anualmente desde 1997 aunque su periodicidad puede variar si hay actividad volcánica tal y como ocurrió en 2004-2005.

Para la materialización de la campaña científica del 2014 se han realizado centenares de medidas de flujo difuso de CO2 distribuidas en un área de 72 kilómetros cuadrados de acuerdo con criterios volcano-estructurales y de accesibilidad.

Según la nota, el registro de este año refleja un proceso de emisión muy estable dado que el valor medio de la cantidad de dióxido de carbono que ha emitido la dorsal noroeste de Tenerife ha sido de 187 toneladas diarias durante los últimos 6 años (2009-2014).

Asimismo, el registro del 2014 se encuentra dentro del rango de valores que Involcan considera normales para el sistema volcánico dorsal noroeste de Tenerife y que lo sitúa entre 123 a 302 toneladas diarias de emisión difusa de dióxido de carbono (CO2).

En el trabajo de campo relacionado esta campaña científica del 2014 han participado estudiantes de las Universidades de Manchester, Durham, Bristol y Oxford.

Involcan señala en la nota que el interés y la importancia de estos trabajos para la vigilancia volcánica se debe fundamentalmente a que la información generada por estas campañas científicas no se puede obtener a través de redes instrumentales permanentes así como a la baja solubilidad del dióxido de carbono en los fundidos silicatados (magma).

Por lo tanto, cambios significativos en la tasa de emisión difusa de dióxido de carbono así como en la distribución espacial de los valores anómalos de flujo difuso siempre estarán relacionadas con procesos de reactivación volcánica.

Estas emanaciones de dióxido de carbono difusas, silenciosas y dispersas no son perceptibles a las personas dado que son muy débiles en comparación con las que se registran en otros sistemas volcánicos activos, se diluyen rápidamente en el aire y no son visibles al ojo humano y por lo tanto no representan un peligro para las personas.

Añade que por el contrario, el estudio de estas emanaciones naturales sí son de una gran utilidad para el fortalecimiento del sistema de alerta temprana ante posibles erupciones volcánicas y crisis sismo-volcánicas.

En el caso de la reciente erupción submarina de El Hierro, investigaciones realizadas por el grupo volcanológico del ITER registraban tasas de emisión difusa de dióxido de carbono (CO2) anómalas previas a la erupción submarina.

De igual forma, durante la reciente crisis sismovolcánica de Tenerife, ocurrida del 2004 al 2005, se llegaron a registrar tasas de emisión difusa de dióxido de carbono (CO2) que alcanzaron las 867 toneladas diarias.

En la dorsal noroeste de Tenerife se han registrado la mayor parte de la erupciones históricas de Tenerife (Chinyero,1909; Narices del Teide ó Chaorra, 1798; Garachico o Arenas Negras, 1706; Boca Cangrejo, S. XVI según Carmen Romero Ruíz).

En la zona comprendida entre Montaña Reventada y Montaña Cueva del Ratón, al este, y Montaña del Banco y Montaña Bilma, al oeste, es donde más erupciones se han localizado durante los últimos 10.000 años en Tenerife, por lo que se trata del lugar donde, con mayores probabilidades, puede localizarse la próxima erupción que tuviera lugar en la isla.