Un mercado como el turístico está sujeto a múltiples variables y vaivenes, esos imponderables complejos de predecir. Basta recordar los procesos "revolucionarios" que vivieron los países árabes del Mediterráneo y lo que tal momento de inestabilidad representó de positivo para un destino como Canarias.

Aquella coyuntura supuso un beneficio evidente, aunque fuera tomar prestada la "huida" hacia zonas plácidas y seguras, como son las Islas, de clientes que los touroperadores dirigían hasta entonces a puntos exóticos y, sobre todo, más baratos que el Archipiélago.

En este escenario cambiante, el fenómeno de la irrupción del turismo ruso en el mercado insular contiene parte de programación y algo también de sorpresivo.

Ahora bien, de ese aluvión creciente de visitantes procedentes de la Federación Rusa que desde 20o9 a 2013 señalan Tenerife como su isla favorita donde pasar las vacaciones- hasta un 97% el pasado año-, se ha pasado a la "normalidad" y los analistas perciben ya los efectos de la depreciación de la divisa rusa, que se ha devaluado frente al euro y el dólar estadounidense más de un 20%, con motivo de la crisis ucraniana y la escalada de tensiones entre Kiev y Moscú, como causas que explicarían los últimos descensos de estos flujos hacia Europa.

Esa circunstancia, aún tratándose del país que mayor expansión turística ha experimentado hacia la Isla en los últimos cinco años, no inquieta a los responsables del Cabildo, que además de analizar este leve descenso como un rasgo de carácter coyuntural, destacan otras variables del perfil del turista ruso, como el gasto que realiza en destino y el tiempo que permanece en los alojamientos hoteleros, además de su apuesta por Tenerife.

Lo cierto es que el crecimiento del turismo ruso ha sido exponencial, pasando de los casi 68.000 visitantes de 2009 a triplicar esta cifra y llegar a los 185.000 de 2013, con un incremento paulatino y constante, hasta ahora, un comportamiento que solo manifestaba este tipo de mercado.

De ahí que, de un tiempo a esta parte, no resulte extraño encontrar comercios y otro tipo de servicios que lucen letreros en alfabeto cirílico, además de personal específicamente seleccionado para atender a estos grupos.

Los visitantes rusos ocuparon en 2013 la cuarta posición en el ranquin de los turistas que llegaron a Isla, con una cuota del 3,7% del y un crecimiento próximo al 32%.

Asimismo, y en valores absolutos, la Isla sigue siendo la favorita para británicos (1,5 millones) y alemanes (800.000), además del mercado nacional (1,1 millones), también a la baja.

A la hora de trazar el perfil del turista ruso que llega a la Isla, los datos recogidos por el Cabildo reflejan que si bien elige para su estancia establecimientos hoteleros de 5 estrellas, su mayor presencia se da en los de 4 estrellas y, aunque en menor medida, en los de 3 estrellas.

En cuanto a las zonas de la Isla que prefieren para su estancia, el Sur es con diferencia el lugar más escogido, si bien el Norte gana progresivamente cierta cuota en cuanto a presencia de rusos, que también se dejan ver por la capital, Santa Cruz, y en el conjunto que integran la ciudad de La Laguna, Bajamar y La Punta.

De los datos recogidos por el Cabildo, también destaca el hecho de que los turistas rusos representan el segmento más joven de cuantos visitan la Isla, así como que las mujeres superan en número a los hombres y que, al tratarse de un flujo reciente, la repetición no es todavía frecuente.

Este informe señala que el diferencial que se daba entre las cifras de alojados, que duplicaban a las correspondiente a las de pasajeros desde aeropuertos rusos, representa un claro indicador de la mejora en conectividad con este mercado. No obstante, las diferencias que aún se mantienen muestran que se requiere continuar mejorando la conexión con este país de origen.

las claves

  • Descenso en julio. Los datos advierten una ligera caída, cifrada en el 1,1%, en la llegada de turistas rusos a la Isla respecto al mismo mes del año 2013.
  • Poder adquisitivo. El turista de ese país del Este cuenta con un alto poder adquisitivo y es el que más gasta, alrededor de unos 75 euros por persona.
  • Movilidad. También se caracteriza por su inquietud y busca conocer cada rincón, razón por la que contrata excursiones y recorre la Isla de norte a sur.
  • De verano. Aunque sus meses favoritos son los que corresponden con la temporada de verano, ya se empiezan a apreciar flujos en la época de invierno, a través de la fórmula de la reserva en agencias.
  • Conectividad. Las rutas aéreas, ya sean directas o por escalas, han ido abriendo posibilidades.
  • Control aduanero. La agilidad en el control de pasaportes representa otro de los factores que se han mejorado y adaptado.