Los talleres de verano de los museos del Cabildo de Tenerife han acogido a más de 650 niños y niñas desde que comenzaran, aunque todavía quedan plazas para asistir a la última semana de actividades, que tendrá lugar del 1 al 5 de septiembre. Las actividades tienen un precio de 70 euros (66 euros para familia numerosa) por semana y por niño e incluye el desayuno.

La consejera insular de Museos, Amaya Conde, ha destacado que el número de niños que han disfrutado hasta el momento de estos talleres supera "con creces" el total de asistentes del pasado año. "Esto es una muestra más de que contamos con la confianza de los padres. Saben que sus hijos aprenden de una manera divertida, conocen la historia y las costumbres de sus antepasados; experimentan con la ciencia y con la tecnología", resaltó.

En el Museo de Historia y Antropología de Tenerife los niños fabrican juguetes artesanos, recrean importantes batallas navales en una piscina que simula las costas tinerfeñas, recorren las salas de la Casa Lercaro en busca de tesoros escondidos, y disfrutan de juegos y cuenta cuentos que les ayudan a descubrir y recordar parte de la historia de una forma amena y divertida.

Otros prefieren la Ciencia y la Astronomía y se apuntan a la propuesta del Museo de la Ciencia y el Cosmos. Y lo hacen para observar el cielo, conocer y aprender a cuidar el planeta, descubrir el mundo de la Metereología y participar en talleres sobre electricidad y magnetismo, además de realizar dinámicas y concursos para aprender jugando.

Los hay que deciden quedarse en Santa Cruz y apuestan por la aventura, la investigación y los descubrimientos que ofrecen disciplinas como la Ciencias Naturales o la Arqueología en el Museo de la Naturaleza y el Hombre. Este año, además, se incluyen sesiones en inglés dirigidas por monitores bilingües, quienes introducirán a los más jóvenes en estas disciplinas a través del juego, la música y el Cine.

Este museo también ofrece talleres relacionados con la cultura guanche o la flora y fauna de las islas y otros muchos vinculados a la exposición temporal ''Hogar Dulce Hogar. Una estrategia de supervivencia''. Además, este verano el patio del Museo se ha transformado en un oasis que sirve de escenario para diversos espectáculos de magia, cuenta cuentos y actividades refrescantes y entretenidas.