La construcción del dique semisumergido en San Andrés sigue adelante tras ser rechazada su paralización. Una resolución dictada el pasado día 29 y que se dio a conocer ayer por el Tribunal Administrativo Central de Recursos Cautelares que la Federación Canaria de Surf califica como “un poco pobre”. Aun así, su presidente, Ángel Lobo, afirma que los surfistas seguirán en “la misma línea” que han sostenido antes “por coherencia y total transparencia”. Incluso, agrega que “el recurso contra la resolución del Consejo de Ministros en cuanto a la emergencia de la obra lo interpondremos en cuanto se publique dicha resolución”.

Después de varias semanas de incertidumbre al no saber si se iba a llevar a cabo la construcción de la escollera o no, ahora se conoce que el proceso continúa. Una alegría para los vecinos de la zona que ven en el dique la solución a un problema que dura ya muchos años. Sin embargo, la Federación Canaria de Surf ha rechazado el desarrollo de una escollera en San Andrés, pese a que no surfean allí, porque aseguran que “ya demasiado cemento ha enterrado lugares preciosos para la práctica de nuestro deporte transformando ecosistemas valiosísimos para construir playas artificiales o puertos deportivos con un importante impacto visual y medioambiental”.

Pese a la resolución del Tribunal, Ángel Lobo se congratula al conseguir que “se abra un debate ciudadano sobre el arrecife artificial que en su momento no interesó a las autoridades competentes”. Asimismo, añade que “en el caso de que se lleve a cabo la obra, nacerá bajo sospecha y la ciudadanía estará muy atenta a su impacto visual y la afección sobre el litoral al tapar una salida de barranco que desemboca en San Andrés”. Un dique semisumergido que el presidente de la Federación Canaria de Surf define como un “eufemismo inaceptable”, puesto que según él se debería llamar “dique emergente de 4 metros de altura”.

Aunque la postura de los surfistas no es entendida por los vecinos de este pueblo santacrucero, Ángel Lobo indica que se conformarían con sentarse en una mesa técnica formada por ingenieros, biólogos, oceanógrafos para que se estudie la viabilidad técnica del arrecife artificial. Incluso, recalca que “si de esa mesa sale que es inviable (su propuesta), al momento retiraremos todos los recursos”. Aun así, piensan que si se comparasen los dos proyectos los surfistas tienen todas las de ganar porque su plan tiene “cero impacto visual” e incluso, “supondrá un reclamo publicitario muy importante para el barrio de San Andrés y ayudará a la diversificación económica de la zona”.