San Andrés siempre ha estado expuesto al mar. A nivel o por debajo, según cuenta Gabriel Rodríguez, vicepresidente de la asociación de vecinos de El Pescador. "Hace 40 años que pedimos un dique para controlar la acción del mar", explica, para añadir que recuerda a su madre contar que el agua podía llegar "a la calle paralela a la avenida, a las casas y hasta a las plazas".

En un primer momento, "había un muro de protección muy pequeño, luego uno cóncavo", tras "la prolongación de la Dársena Pesquera" parece que la situación empeoró e incluso algunos lo achacaron a esta construcción. No obstante, Gabriel Rodríguez recuerda que "la evolución del mar ha estado siempre".

Aunque fue hace 40 años cuando empezaron a pedir una construcción que protegiera el pueblo, pero no fue hasta "agosto de 2011" cuando los vecinos de San Andrés comenzaron a reivindicarlo con más insistencia y fuerza. El motivo fue una marea mucho más fuerte que la de años anteriores. "La gente se asustó", recuerda Gabriel, porque se acordó de la riada de 2002. "La marea rebasó con diferencia otros años", dijo, y hasta el "castillo se anegó de agua".

Lo siguiente que recuerdan desde la asociación de vecinos El Pescador es que el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, el recién nombrado José Manuel Bermúdez, se puso en contacto con ellos. "Convocaron reuniones con los vecinos, nos explicaron de quiénes eran las competencias, se celebraron asambleas y charlas", detalla.

A las charlas más generales siguieron las más específicas y el relevo lo tomaron los técnicos de la Autoridad Portuaria, que expusieron diferentes proyectos a los vecinos. Entre ellos, uno que contemplaba "una arrecife artificial" y otro de "prismas flotantes alternos", que supuestamente eran menos agresivos para el paisaje. "Valoramos los pros y contras de cada uno", recuerda, "y vecinos y técnicos llegaron a la conclusión" de que la mejor opción es "una escollera como la que tiene Las Teresitas, un dique semisumergido".

También se valoró si iba a ser "mucho" un dique de esas características, pero se sopesó que la seguridad de los vecinos estaba por encima de otras consideraciones.

"Los vecinos presentes, entre los que había pescadores, usuarios del muellito, propietarios de los barcos de recreo y vecinos de primera línea, aceptaron el dique semisumergido". "Fue una decisión unánime y soberana", recuerda Gabriel Rodríguez.

La asociación de vecinos El Pescador opina que en todo el proceso "hubo mucha claridad", con la Autoridad Portuaria y el ayuntamiento "explicando todas las dudas".

En ninguna de esas reuniones participó la Federación Canaria de Surf, que interpuso un recurso para paralizar de manera cautelar la obra. "Parece ser que a la Autoridad Portuaria le presentaron un proyecto de arrecife artificial, pero sin base técnica, y se quedó en agua de borrajas", contó Rodríguez.

Cuarenta años después, el sueño parece que está cercano a cumplirse, tras la adjudicación de la obra el pasado miércoles a Sacyr Construcciones. Los vecinos se sienten de enhorabuena y esperan con ansiedad el día en que comiencen las obras.

Sin embargo, tanto tiempo y sobresaltos los hace precavidos: "Esperamos que los compromisos se cumplan tal y como se habían previsto en las reuniones", manifiestan desde El Pescador. Y si es así, dentro de 10 meses, tal vez el sueño, por fin, se haya convertido en realidad.

las claves

  • En 2011 comienzan las reuniones y conversaciones con los vecinos para estudiar diferentes soluciones que protejan al pueblo de San Andrés de los embates del mar.
  • A finales de junio de este año, el Consejo de Ministros aprobó la emergencia de la obra del dique de San Andrés, lo que permitía agilizar los trámites de la licitación y concesión de la obra.
  • Un mes más tarde, en julio, la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife aprueba la licitación del dique por la vía de urgencia.