El sector vitivinícola de la Isla vive un momento de convulsión desde que se hiciera pública la compra de vino a granel por parte de Bodegas Insulares, una empresa mixta en la que el accionista principal es el Cabildo de Tenerife. Y la situación no parece que vaya a moderarse fácilmente. Ayer las discrepancias volvieron a ponerse de manifiesto.

Mientras desde la oficialidad se sostuvo que la cantidad de caldo peninsular adquirido desde 2012 hasta ahora ascendía a algo más de 100.000 litros, desde el segmento privado de la actividad vitícola en Tenerife se mantuvo que fueron unos 300.000 litros de vino la cifra importada por Bodegas Insulares desde el año 2011 hasta la actualidad.

Aunque el pronunciamiento oficial de los viticultores se demora, ayer trascendió que al puerto de Santa Cruz de Tenerife llegaron 11 contenedores, con 27.000 litros de vino a granel cada uno, desde el año 2011. La cifra triplica a la que manejaba el sector hasta ayer.

El malestar, fundamentalmente, se debe a que el Cabildo "entró en el sector para ayudar a reflotarlo", realizando una labor "que nadie discute hasta un momento determinado". Pero la compra de vino a granel, reconocida y admitida como real por la Presidencia de Bodegas Insulares, es considerada por los viticultores como "una acción de competencia con la iniciativa privada, algo que no le podemos permitir a la administración". De ahí que haya quienes estén sugiriendo ya la desaparición de la Corporación insular de esta actividad.

El Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) concluyó ayer la inspección pertinente en el marco del expediente informativo abierto a raíz de la denuncia anónima que recibieron el jueves pasado. Su director, Alfonso Juan López Torres, confirmó tal extremo pero no garantizó que las conclusiones puedan estar elaboradas hoy debido "a la gran cantidad de documentos que tenemos que analizar".

El vino a granel adquirido en la Península era para corregir la mala calidad del vino almacenado en la bodega de Guía de Isora cuando fue adquirida por Bodegas Insulares. El caldo resultante entró en el mercado del sector hotelero como vino de mesa.

Así se ha justificado hasta ahora lo sucedido. El asunto, en cualquier caso, motiva la convocatoria de una reunión extraordinaria del Consejo de Administración de Bodegas Insulares, que tendrá lugar a partir de las 18:30 horas de mañana. En el mismo, se tratará de evaluar lo sucedido, teniendo en cuenta que los miembros de este organismo (la mayoría, al menos) desconocían que se estuviera realizando la compra de vino a granel. Su presidente es uno de los que dijo no saberlo.