La polémica generada al destaparse la compra de cuatro partidas de vino peninsular por parte de Bodegas Insulares Tenerife -sociedad participada mayoritariamente por el Cabildo-, que mezclado con un excedente local se comercializó como vino de mesa, ha terminado por derramarse sin control, manchando el prestigio de un sector tocado por la crisis y, además, descubriendo la fractura que enfrenta a dos conceptos opuestos sobre cuál debe ser el modelo de gestión.

Lo cierto es que durante diez días en los que el vino ha sido más "peleón" que nunca, "servido" en conversaciones a pie de calle, "emborrachando" acusaciones públicas, "maridando" con la política -hasta en sede parlamentaria- y provocando un "brindis" de despedida con la dimisión del consejero delegado de Bodegas Insulares (señalado como responsable único), parecía, y más aún tras la intervención pública del presidente del Cabildo, que había llegado el momento de "sentar" las madres.

Así, y alrededor de una mesa convocada por EL DÍA, se congregaron distintas personas del mundo de la viticultura, que expusieron sus sensibilidades y argumentos, a veces con vehemencia, sobre la mala práctica de mezclar vinos y el complejo "coupage" del sector.

Alfonso López Torres, director del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) -organismo encargado de elaborar el informe y el preceptivo expediente derivado de la investigación- garantizaba "la trazabilidad de los vinos con Denominación de Origen" y, como punto de partida, señaló que "la práctica de mezclar vino es legal, sin entrar en valoraciones éticas y morales". Eso sí, para despejar cualquier duda subrayó que "los sistemas de vigilancia se aplican con rigurosidad, sin presiones y con el preceptivo sigilo administrativo".

El presidente de la D.O. Abona, Domingo Luis Martín, sostuvo que "el sector está sufriendo un enorme descrédito, que pone en riesgo su estabilidad y prestigio", por lo que animó a "desfangar" y "caminar juntos", más allá de posiciones encontradas.

Mary Paz Gil, gerente de Tacoronte-Acentejo, "vendimió" a favor de futuro: "El debate se ha alargado demasiado y hay quien ha aprovechado para hacer política". Y no se cansó de "injertar" el mensaje de que "los principales perjudicados son los viticultores y bodegueros", por lo que reclamó la "reconciliación" de un sector claramente dividido y establecer una "unidad de acción".

Además, aconsejó "no ventilar públicamente problemas que deben quedarse para el consumo interno, porque finalmente toda esta polémica la provoca un vino sin Denominación de Origen, sin contraetiqueta".

El consejero de Agricultura y además presidente de Bodegas Insulares Tenerife, José Joaquín Bethencourt, consideró respetable cualquier opinión, pero no escondía que las uvas de la ira han dañado "al sector, al Cabildo como institución y a personas".

Juan Jesús Méndez, viticultor, argumentó que "la crisis tiene que ver con malas prácticas por parte de Bodegas Insulares" y cuestionó el modelo "intervencionista" del Cabildo, que tropieza "con la alternativa moderna del libre mercado". "Que los políticos dejen el sector del vino y se vayan a hacer política a las instituciones", dijo Méndez. "Ustedes pueden representar una pantomima y sacarse una foto junto a sus secuaces, escenificando una falsa unidad (en referencia a la rueda de prensa del pasado jueves en el Salón Noble del Cabildo), pero los viticultores y los bodegueros están indignados con el Cabildo".

Y fue más allá al amenazar con acudir a instancias europeas y denunciar "el uso que se ha hecho de la bodega de Guía de Isora, por lo que nos planteamos presentar una demanda ante el Tribunal de la Competencia".

Hugo Luengo, presidente de Asociación de Viticultores y Bodegueros (Avibo), así como de la DOP Islas Canarias, rebajó la "acidez" del debate sin renunciar al tono crítico: "Que el Cabildo sea un socio estratégico, sí, pero le hemos pedido de manera insistente que se convierta en una entidad más imparcial dentro del sector". Y entreverando, Luengo planteaba que "en un plazo razonable el Cabildo debe diferenciarse de una sociedad como Bodegas Insulares". Su nota de cata no deja lugar a dudas: "El modelo de participación del Cabildo es ilegal e insostenible y además está agotado, por lo que es preciso que reflexione de cara al futuro".

José Joaquín Bethencourt se mostró prudente y "abocando" señaló que "hasta no conocer el informe que está elaborando el ICCA no me voy a pronunciar y, llegado el caso, si tenemos que presentar recurso, lo presentaremos".

Lo que ve con claridad a través de su "copa" es que "Bodegas Insulares es un instrumento de apoyo a las políticas agrarias que en ocasiones está sujeto a servidumbres. Como consecuencia de la mala gestión y la crisis ha tenido que sacar adelante, y con fondos propios, bodegas como las de Icod o Guía de Isora interviniendo en la gestión para garantizar la supervivencia de un gran número de viticultores". Y sin renunciar a sus "varietales", el consejero afirmaba: "Cuando desde el Cabildo consideremos que el sector está suficientemente cohesionado nos plantearemos si es aconsejable la salida de la Corporación insular".

En opinión de Bethencourt, la "unidad de acción debe liderarla la madurez del sector y el Cabildo ser un catalizador". Y si bien resaltó que aspiran al consenso, "si no es posible la unanimidad apostaremos por implantar nuestro modelo", al tiempo que lanzaba un envite a Avibo, en el sentido de que "se comprometa con el proceso de integración en el sector".

En referencia al cambio estatutario de Bodegas Insulares, el presidente de la asociación, Hugo Luengo, subrayó que la única solución posible para superar las trabas en cuanto a poder disponer de uva de cualquier comarca de Tenerife y vinificar con la contraetiqueta de Canarias está en "incorporarse a la DOP Islas Canarias".

La tesis que Luengo dispone en "espaldera" es firme: "El Cabildo debe replantearse seriamente su modelo agrícola. El sector ya dispone de un grado de madurez suficiente y basta ya de esa política sistemática de conflicto abierto y de beligerante actitud hacia Avibo y la DOP Islas Canarias".

La gerente de Tacoronte-Acentejo, Mary Paz Gil, considera llegado el tiempo de "buscar alternativas y no estar sirviendo titulares que generan dudas y alejan al consumidor". En esta línea, apostó por "destacar lo que significa y el valor que encierra la contraetiqueta". Y miró hacia el horizonte: "Mientras seguimos peleando, a la vuelta de la esquina asoma la campaña de Navidad".

Juan Jesús Méndez mantuvo su tono "monovarietal" y, tras limpiar "depósitos", aseguró que no existe "enfrentamiento político ni personal" e insistió en cuestionar "el modelo de gestión", además de dudar sobre "la legalidad de ese vino de mesa bajo la marca Viña Donia, porque la etiqueta no es clara e induce a error", unos comportamientos "propios del trapicheo". Y cerró afirmando que "el consejero insular no ha asumido su responsabilidad porque debía haber dimitido".

Por "alucinaciones", como dijo, José Joaquín Bethencourt recordó que los miembros del Consejo de Administración de Bodegas Insulares Tenerife "hemos puesto nuestros cardos a disposición de una Junta extraordinaria", para añadir que "la persona que filtró la información no calculó la dimensión que podía alcanzar" un asunto que el consejero considera "se ha utilizado como arma para desgastar al Cabildo".

El presidente de la D.O. Abona, Domingo Luis Martín, no quiso marcharse del "viñedo" que representaba este debate sin "despalillar" un comentario que había puesto sobre la mesa Juan Jesús Méndez: "Me has llamado secuaz y no lo voy a permitir". Eso sí, se mostró de acuerdo en que "ha existido una mala praxis, quizá por el hecho de utilizar mecanismos de forma automática", al tiempo que recomendaba "no acudir a Bruselas, porque judicializar la situación no va a resolver nada".

Con el propósito de adoptar compromisos de cara al futuro, los protagonistas de esta particular "vendimia" se citaron para un futuro encuentro.

El consejero insular insistió en convocar la Mesa del Vino, estableciendo "una hoja de ruta" a partir de dos planos: de una parte, recuperar la credibilidad del sector con el diseño de un plan de promoción y, paralelamente, desarrollar una actuación técnica que concluya en la unificación de los Consejos Reguladores de la Isla y la creación de la D.O. Tenerife. ¡Viva el vino!

El ICCA aún elabora el expediente informativo

El Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) aún está elaborando el expediente administrativo abierto, si bien el consejero regional del área adelantó algo del mismo al responder a varias preguntas parlamentarias.