En la rotonda de entrada al barrio de Santa María del Mar se afanaban las cuadrillas de limpieza, que eran ayudadas por una máquina retroexcavadora que quitaba las grandes cantidades de piedras y tierra que arrastraron las lluvias.

Esa rotonda y el parque infantil situado en la plaza de Charixaxi fueron las partes más afectadas. La fuerza del agua acumulada rompió el muro de la citada plaza y fue a lanzar piedras y otros materiales a la carretera.

"Nos hemos encontrado trozos grandes del suelo del parque aquí abajo", comentaban los operarios que limpiaban los márgenes de los accesos a la rotonda.

Arriba, en el propio parque infantil, otros operarios habían levantado todos y cada uno de los cuadrados plásticos del parque infantil y los fregaban con una manguera para después colocarlos. Al menos los que estaban enteros y no habían salido despedidos con el agua.

En el resto de Santa María del Mar, piedras de pequeño tamaño entorpecían el recorrido de los coches en prácticamente todas las calles y carreteras del barrio.