El propietario del local Gastropapas, en la plaza del Llano de Alcalá, Domingo Díaz, aseguró que "los vecinos me han dicho que nunca, en los últimos años, el agua había llegado tan alto". El agua llegó hasta casi un metro de altura y sus sillas y mesas flotaban sin problema alguno. En la jornada del pasado domingo, algunos ciudadanos de la zona lo ayudaron a limpiar el local del agua y la suciedad que afectó al suelo y a las paredes del establecimiento. Díaz reconoció que estuvo limpiando la noche del domingo y hasta la una de la madrugada, con el objetivo de poder abrir ayer y lo consiguió.

Agradeció que el domingo el alcalde se preocupara por su situación y ayer cuatro ediles le ofrecieran ayuda.