Los efectos de las fuertes lluvias se hicieron sentir ayer tanto en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC) como en el Universitario de Canarias (HUC), donde se tuvieron que aplazar alrededor de cien intervenciones quirúrgicas no urgentes, después de que se inundaran los quirófanos.

En el HUC se tuvo que suspender buena parte de la actividad de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA), puesto que los tres quirófanos tenían que ser revisados para comprobar que estaban en óptimas condiciones para poder volver a ser utilizados, tras haber quedado anegados durante la mañana del domingo; al igual que en La Candelaria, donde los quirófanos afectados fueron cuatro.

En total, y entre los dos centros, se estima que se vieron afectados alrededor de un centenar de pacientes que tenían concertadas operaciones no urgentes y que no requerían hospitalización, y que ya han sido recolocados en la agenda, según confirmaron fuentes de la dirección de los dos hospitales.

Además, en el caso de La Candelaria se dio la circunstancia de que ayer tampoco estuvo operativa la farmacia ambulatoria, y esto acarreó que no se pudieran preparar las medicaciones necesarias para la realización de los tratamientos de quimioterapia.

Al tratarse de un fármaco de vital importancia para el tratamiento oncológico y que no puede interrumpirse, la decisión que se tomó fue citar a los pacientes más prioritarios y urgentes durante la tarde o incluso la noche en el Hospital de Día, ganando tiempo para habilitar la farmacia ambulatoria. El resto se prevé que puedan ser atendidos a partir de hoy con total normalidad.

Desde ambos hospitales recuerdan "la situación excepcional" creada por estas inundaciones e inciden en que se concentraron en los sótanos o plantas a ras del suelo y que fueron controladas lo más rápido posible y sin que se viera afectado ningún paciente.