Andrés Hernández Pedreira fue detenido el pasado viernes por el grupo de Delitos Económicos y Fiscales del Cuerpo Nacional de Policía. Ese mismo día, el citado procesado reconoció los hechos ante los agentes y, además, aseguró que todo el dinero desviado de la Sociedad Insular de Promoción del Minusválido (Sinpromi) fue destinado al club de fútbol sala Uruguay Tenerife, donde ejercía como presidente y en cuyo mandato ascendió de Preferente a primera división.

Supuestamente, la línea argumental de defensa de Hernández Pedreira ante la Justicia será que los recursos económicos de los que presuntamente se apropió, cifrados en alrededor de 600.000 euros, no eran para él, sino que iban destinados a "otros". Además, planteó ante los investigadores que pretendía cubrir el dinero "desviado" con futuras subvenciones de administraciones públicas.

Pero las irregularidades en Sinpromi se prolongaron desde hace más de un año. El alcance real de las irregularidades y delitos cometidos supuestamente por Hernández Pedreira se conocerá cuando finalice el informe económico, así como el análisis de las cuentas del Uruguay Tenerife y del propio procesado, que debe ser encargado por la jueza del caso, Lucía Machado. La imputación más grave que tiene es la de malversación de caudales públicos, mientras que las de estafa, falsificación documental o apropiación indebida tienen menor entidad a la hora de imponer condenas. Según fuentes jurídicas, si se prueba que hubo enriquecimiento personal, la pena puede llegar a 8 años de cárcel; si "tomó prestado el dinero" para abonarlo después, la condena puede ascender a 6 años, mientras que si se determina que los fondos se entregaron a un tercero, la condena será de 4 años.

En el proceso se puede considerar un agravante que los delitos fueran cometidos de forma continuada en el tiempo.

Exceso de permisividad o falta de control sobre Pedreira

El caso de las irregularidades presuntamente cometidas y reconocidas por Andrés Hernández Pedreira ante el Cuerpo Nacional de Policía y la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Santa Cruz de Tenerife tiene varias lecturas. Una de ellas se produce desde el punto de vista de los profesionales de la contabilidad y las auditorías. Una de las fuentes consultadas señala que el director financiero de Sinpromi actuó con una evidente "permisividad" o "falta de control" por parte de sus superiores. Esa actitud de dejar "hacer y deshacer" a su libre criterio fue lo que facilitó que ocurrieran tales desvíos de dinero de una sociedad pública.

Un cargo con margen de maniobra que abusó de la confianza

La consejera delegada de Sinpromi, Carmen Rosa García Montenegro, reconoció ayer a los medios que el puesto donde trabajaba Hernández Pedreira conllevaba un margen de maniobra para gestionar áreas de la empresa pública y que, tras los hechos acontecidos, resulta evidente que el mencionado directivo "traicionó" la confianza que depositaron en él. La labor de los servicios de Intervención de las administraciones públicas es, precisamente, controlar que todos los gastos e ingresos de la entidad se realicen de forma correcta y rigurosa, para evitar, precisamente, cualquier tipo de anomalía con el dinero de todos los ciudadanos.