Con algunas cautelas y prudencias a la espera de las siempre importantes lluvias de febrero, el consejero de Aguas del Cabildo de Tenerife, José Joaquín Bethencourt, considera que el estado actual de las balsas tinerfeñas es "muy bueno" y que "todo hacer pensar" que no habrá problemas el próximo verano con estas instalaciones. El argumento para esa afirmación: que los embalses insulares se sitúan ahora mismo a un 48%, si bien en 2012 y 2013 estaban por estas fechas en un 19% y 18%, respectivamente.

Prueba de la buena situación es que, en algo más de una semana, el nivel de almacenaje ha subido un 13%. Si las cifras del 24 de noviembre, y emitidas por Balsas de Tenerife (Balten) el 1 de diciembre, situaban el llenado en un 35%, las precipitaciones han incrementado en pocos días los metros cúbicos totales hasta 2,4 millones y el referido 48%.

Según Bethencourt, ese crecimiento responde a que las lluvias se han producido "sostenidas en el tiempo", con "cierta intensidad" y, a la vez, lo "suficientemente suaves" para que los tomaderos pudieran cumplir su función de recogida de las aguas de escorrentía. "Han sido unas lluvias absolutamente oportunas", opina el consejero, que precisa que estas permiten no estar preocupados por ninguna zona, ni siquiera por la balsa de Vilaflor, que presenta la singularidad de que recibe aportes de pocas fuentes.

De forma pormenorizada, el consejero llama la atención sobre el estado de las grandes balsas insulares: Montaña de Taco (Buenavista), que está al 52%; La Cruz Santa (Los Realejos), en un 35%, y Valle Molina (Tegueste), con un 76%. A ello se une que otros embalses del Norte han pasado desde el 24 de noviembre a principios de diciembre a estar totalmente o casi llenos: El Palmar (Buenavista), Teno Alto (Buenavista), Los Partidos (El Tanque) y Presas Ocampo (La Laguna). "En todas las comarcas, el estado actual de las balsas nos permite mirar al futuro con optimismo", comenta.

En concreto, la vertiente norte está al 51% y la sur, al 41%, dividida en aguas regeneradas (66%) y blancas (18%). Sobre esos datos, y según destaca Bethencourt, hay que tener en cuenta que este recurso no se suele emplear en momentos de lluvias precisamente porque está lloviendo, por lo que, más bien, su uso queda reducido a los cultivos que están en invernaderos.

En cualquier caso, y pese a que parece improbable que vaya a ser necesario en la presente campaña agrícola, el consejero resalta que los años anteriores de sequía han posibilitado ensayar fórmulas complementarias para el llenado de las balsas. Se refiere al arranque de pozos en determinadas fechas o a la puesta en marcha de las denominadas "desaladoras portátiles".

En relación al comentario frecuente de que se pierde agua por los barrancos, José Joaquín Bethencourt puntualiza que la porosidad del suelo tinerfeño facilita que buena parte se filtre y acabe en el acuífero. A ello se añaden obras hidráulicas distribuidas por lugares "muy estratégicos" de la Isla en los que se almacena "buena parte" de esas precipitaciones.