El mamotreto volvió ayer a poner de relieve las diferencias entre los dos grupos políticos del pacto de gobierno en la Comisión de Control del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Aunque tanto el primer teniente de alcalde, José Ángel Martín, como el concejal de Seguridad, José Alberto Díaz-Estébanez, trataban de teñir de normalidad el que Coalición Canaria (CC) y Partido Socialista (PSOE) tengan opiniones diametralmente opuestas, en la defensa de sus tesis sobre el mamotreto llegaron, si no a colisionar, sí a tener un roce.

Fue cuando Díaz-Estébanez argumentó que con el mamotreto podían hacer lo mismo que en la Biblioteca de Las Palmas, donde todas las fuerzas políticas se han puesto de acuerdo para tratar de salvarla a través del planeamiento. Martín no se pudo reprimir y, a pesar de estar en la presidencia y fuera de su turno de palabra, apuntó que el Tribunal Supremo había echado para atrás ese intento de legalizar el edificio. Más tarde, ya en su turno, lo repitió: el Supremo había echado para atrás ese intento "porque no se puede legalizar una obra ilegal a través del planeamiento". Rumiando estas palabras, el edil de Coalición Canaria (CC) le dijo que los compañeros del PSOE de Las Palmas no pensaban lo mismo, porque habían apoyado ese intento. "Debe ser que yo tengo mejores juristas que mis compañeros de Las Palmas", dijo el socialista.

Estando así de tenso el ambiente, Pedro Fernández Arcila, de Sí se Puede, aprovechó para pedir a Martín que diera "un golpe en la mesa" y se pusiera en su sitio como concejal de Urbanismo, área responsable del derribo o no del edificio de aparcamientos inconcluso.

Díaz-Estébanez recordó que el mamotreto era "una obra pública, hecha en suelo público, para uso público", por lo que defendió que se legalizara si se podía legalizar.

Arcila recordó que esta obra incumplía el PGO vigente cuando se hizo y que también incumplía el PGO en vigor, porque se aprobó en Pleno, por unanimidad, eliminar el proyecto de Perrault.

Ana Zurita, del PP, lamentó el "círculo político-mediático" que se había creado alrededor del mamotreto. "Es un proceso serio, tres personas van a ir a la cárcel".

Por otro lado, el otro proyecto público polémico en el que se habló en el Pleno fue el barranco de Santos. Corrales sigue sin tener las cuantías totales que se han gastado en el viario, aunque ayer el concejal de Urbanismo le entregó unos cálculos "oficiosos" solo de lo que corresponde a Urbanismo.

No obstante, José Ángel Martín le dijo también que las aportaciones en la obra habían sido de 52 millones de euros el ayuntamiento; 12 millones el Cabildo, y 20 la comunidad autónoma.

La oposición tildó estas cantidades de despilfarro y criticó que aún no haya una cifra oficial de lo que se ha gastado en el viario.

José Manuel Corrales, de XTF, recordó que desde el 30 de diciembre de 2013 le han pedido al interventor la relación de gastos que se han hecho en el barranco de Santos y que aún no tenían una cifra real proporcionada por el grupo de gobierno.

Arcila recordó que Sí se Puede también estaba esperando por saber cuáles habían sido las ampliaciones sobre el presupuesto inicial desde el 20 de enero de 2014. El edil ecosocialista dijo que si se comprobaba que la ampliación del presupuesto había sido más del 20%, "debió iniciarse una nueva licitación, según la Ley de Contratos Públicos".

A veces pasa que a uno le da la risa en el momento más inoportuno. Hay casos de ataques de risa en velatorios, que solo son explicables por la propia tensión del momento. Algo parecido ocurrió ayer en la Comisión de Control, cuando Guillermo Guigou, tras hacer serias y muy graves reflexiones sobre el mamotreto, habló del "matrimonio que está por venir", el de CC y PP. Cuando poco después le tocó el turno a Ana Zurita (PP) y comenzó con "Yo comparto con José Alberto..." las risas se desataron. "¡Hay noviazgo, hay noviazgo!", reían Guigou y Corrales. Y la novia, en este caso Zurita, sonrió tímida e hizo lo que hacen todas cuando no saben muy bien qué hacer: tocarse el pelo.

Guigou les sugirió a Díaz-Estébanez y a Zurita que hicieran la pedida de mano en el mamotreto, que el Parque Marítimo estaba ya muy visto. Y Zurita, queriendo seguir la broma (que es lo segundo que todos hacen cuando no saben muy bien qué hacer) habló de una fiesta chill-out en la playa y unos gin tonics.

Pedida de mano en el mamotreto

A todo esto, la actual "pareja sentimental" de José Alberto, José Ángel Martín, reía también todas las gracias de forma abierta y sincera, así es que no se sabía si es del tipo de los que se ríen de los chistes de cornudos porque no sabe que se los están poniendo o es del que está tan seguro de su pareja que nada le hace inmutarse (en plan Víctor Manuel y Ana Belén, modernos e independientes). También puede ser que Martín sea tan europeo y civilizado que defienda incluso que el flirteo con terceros es saludable, que mantiene el interés en la pareja. Y permanece aparentemente tranquilo, mientras otros ya parece que están eligiendo el vestido blanco y la lista de invitados. Guigou dice que no irá. Corrales parece que espera que le inviten, aunque sea al cóctel. Y Martín podría convertirse en el exnovio que se queda acodado en la barra, bebiendo tequila y preguntándose una y otra vez cómo han podido sustituirle en tan poco tiempo.