Miembros de las brigadas de Policía Judicial de las comisarías del Cuerpo Nacional de Policía de La Laguna y el Sur de Tenerife tienen serios problemas con la disponibilidad de vehículos camuflados para poder desarrollar su trabajo en unas condiciones mínimas de eficacia.

La falta de este tipo de automóviles es más que notoria y va a más. Así decenas de agentes con diferentes funciones, operaciones y objetivos deben compartir unos pocos coches en las mismas horas de trabajo. Uno de los casos más graves se registra en la Comisaría de La Laguna, donde en la Brigada de Policía Judicial trabajan casi medio centenar de funcionarios y mandos.

Ha habido días en las últimas semanas en que han trabajado con únicamente dos o tres vehículos.

Así se da la circunstancia de que, por ejemplo, agentes que iban a proceder a la detención de un par de presuntos ladrones en la zona de Los Majuelos debieron pedirles "prestado" un vehículo a sus compañeros del grupo de Extranjería, que, a su vez, tenían otras tareas.

De esos dos turismos que están operativos en estos momentos, uno es "oficial" del Cuerpo Nacional de Policía, mientras que el otro es intervenido, es decir, fue requisado en una operación policial y se obtuvieron los permisos tanto de la autoridad judicial como de la Dirección General de la Policía para poder utilizarlos.

La carencia de vehículos se ha visto agravada por las averías y, en un caso, por una colisión en un servicio, según las fuentes consultadas.

Según los datos ofrecidos por representantes del Sindicato Unificado de Policía (SUP), en la Brigada de Policía Judicial de La Laguna debería haber asignados, como mínimo, cinco vehículos camuflados, mientras que en el Sur la cifra que debería existir es de una decena, teniendo en cuenta que la plantilla de agentes de paisano es mayor. Pero, aún suponiendo que estén todos operativos, un coche para cada 10 agentes resulta una escasez significativa, teniendo en cuenta el tipo de labores que se llevan a cabo, desde seguimientos, vigilancias, notificaciones hasta persecuciones a toda velocidad, donde las activaciones no pueden estar demoradas por retrasos o solicitudes de coches a otros grupos de la Brigada.

Cada vez más difícil usar los intervenidos

Fuentes del Sindicato Unificado de Policía (SUP) aseguran que uno de los problemas para suministrar coches "k" a diferentes grupos de Policía Judicial se debe, evidentemente, a las restricciones presupuestarias que se han producido en el transcurso de los últimos años. Sin embargo, otro de los motivos es que la Dirección General de Policía cada vez pone "más pegas" para que los agentes puedan utilizar coches intervenidos por la autoridad judicial en diferentes operaciones. Frente a lo que ocurría en la pasada década, en la que los investigadores de Policía Judicial en Tenerife tenían acceso a automóviles de todo tipo, incluidos muchos de alta gama; actualmente la situación se ha revertido. A tenor de representantes del SUP en la isla, dicha utilización se ha restringido, precisamente, por los gastos que los coches de lujo requisados a narcotraficantes, por ejemplo, generan de forma cotidiana, a través de los neumáticos o de los repuestos, por poner un ejemplo. De esta manera, el Gobierno apuesta más por autorizar el uso de utilitarios sobre los que se tiene la certeza de que su intervención durará tres o cuatro años.