Todo comenzó en 1982 y ahora acaba el próximo día 24, tras pasar 32 años al frente del Gobierno municipal de El Rosario. Acaba la etapa de Macario Benítez al frente del ayuntamiento rosariero tras más de tres décadas gobernando con mayoría absoluta en nombre del Partido Socialista (PSOE), lo que evidencia su solvencia a la hora de dirigir las políticas desarrolladas. Ayer, en sesión plenaria, lo que parecía un trámite más con despedidas, besos y abrazos (que los hubo al final) se convirtió en un quebradero de cabeza para el propio Benítez, que vio cómo por primera vez en 32 años no sacaba adelante sus asuntos plenarios al ser rechazados tras haber perdido la mayoría absoluta en febrero que les daban las actuales exsocialistas, y ahora "no adscritas", Ana Márquez y Magdalena Medina.

Sin duda, un sabor agridulce a una trayectoria de siete legislaturas. "Me hubiera gustado despedirme de otra forma", confesó Macario antes de su discurso de despedida.

Pero el Pleno no es una broma y el juego político no las permitió en la sesión de ayer. Y la clave estuvo en el rechazo para incluir de urgencia un punto en el que se trataba la equiparación salarial del personal laboral con el funcionario, que no se llegó a discutir tras no darse el visto bueno; y otro relativo a la cesión a la Guardia Civil del edificio denominado "tricornio", que también fue rechazado de plano. Dos "derrotas" significativas por ser las únicas que ha sufrido el PSOE en los últimos 32 años en El Rosario.

En el primer punto, el de la modificación de las condiciones laborales del personal laboral relativas a la equiparación salarial, el debate sobre su inclusión o no en el orden del día fue bastante encendido y terminó con 10 votos en contra (IR-Verdes, PP, SSP y las ediles no adscritas) frente a los 7 a favor del PSOE, una derrota dura que concluyó con el comentario final del portavoz socialista, Iván Armas, con un amenazante "ahora informaremos al personal de que cobrarán menos", lo que despertó las quejas de la oposición.

Antes, el portavoz de IR-Verdes, Escolástico Gil, criticó la pretensión socialista de incluirlo de urgencia en el último pleno "porque ha tenido 32 años para arreglarlo. Cuando se intentó hacerlo, cesó a mi compañero Jacinto Correa, que no se plegó a sus ordenes y entregó su acta".

En la misma línea, el líder de SSP, Fidel Vázquez, recordó a Macario que "está imputado por meter a a dedo a gente (-pero no condenado-, llegó a decirle Macario en voz alta)" y le acusó de realizar su "último acto de caciquismo para asegurar el sueldo a sus amigos".

José Manuel Medina (PP) tachó de "acto electoralista y vergonzoso" la intención de incluir este asunto con forma de urgencia. Al final, votación y "palo" para el PSOE.

Pero antes de producirse este asunto, la propuesta de cesión del inmueble "tricornio" a la Guardia Civil durante 10 años fue lo que destapó lo que iba a ocurrir más tarde porque la negativa a este punto también fue generalizada.

Vázquez (SSP) dejó claro que "siempre se ha hablado de que el edificio se iba a compartir entre la Guardia Civil y la Policía Local", recriminando que "le hagamos la obra" para que ellos se beneficien.

Ese argumento fue asumido por Medina (PP) que añadió que debería ser destinado a la sede de la Policía Local, mientras que Gil (IR-V) tiró de la hemeroteca para recordar que "la Guardia Civil había rechazado" en dos ocasiones el edificio y dijo que "queremos que esté la Guardia Civil, pero sin perder el control del edificio. Señor alcalde, puede retirar este punto del orden día si no quiere ser derrotado por primera vez", le dijo a Benítez, que siguió adelante y perdió por los 10 votos de la oposición frente a sus 7 adhesiones.

Esto fue lo más interesante del último pleno de Macario Benítez, pero hubo más en el transcurso del debate en un asunto relativo a la ordenanza del precio público de los Servicios de las Escuelas Infantiles. Casi sin entender por qué, "la falta de comunicación" denunciada por Magdalena Medina llevó a José Antonio Estévez a recordarle que "no solo no ha devuelto el teléfono asignado por el equipo de gobierno, sino que tampoco lo ha hecho con la tablet", afeándole el dicho gesto.

Aplausos y abrazos para una despedida

El de ayer fue un pleno emotivo, ya que suponía el último de Macario Benítez tras siete legislaturas con mayorías absolutas. Aprovechó la finalización del pleno para agradecer a los presentes y a los vecinos "la confianza depositada durante tantos años" y para reconocer que "representarlos ha sido el mayor honor que pude haber tenido".

Valoró el trabajo de los concejales de la oposición, de los suyos, y consideró que con aciertos y errores ha intentado siempre lograr lo mejor para El Rosario y sus gentes. También, con humildad, dijo que a partir de ahora, seguirá andando las calles del municipio, pero más descansado.

Lo que siguió en el ayuntamiento fueron buenas palabras, aplausos y abrazos sinceros a una trayectoria de 32 años.