Los plenos del Cabildo son de guante blanco, por no decir planos y faltos de intensidad, hasta en la última sesión del mandato. Ni abrazos, ni un momento inesperado, ni tampoco discursos emocionados de cierre.

Sí le dio el visto bueno la Corporación insular, por unanimidad y en los apenas siete minutos que duró la cita plenaria, al convenio de dependencia con el Gobierno de Canarias para 2015, en el que se incorporan 181 nuevas plazas, de las que 140 son para mayores de la Isla y 41 para personas con discapacidad.

El total de plazas es de 3.349, de las que 1.466 son para ancianos y 1.883 para discapacitados. Según apuntan desde la institución insular, con el acuerdo se introducen nuevas tipologías de plazas, como la de trastornos de conducta, así como la atención domiciliaria especializa para personas con discapacidad por motivos de salud mental.

En declaraciones a los medios, el consejero del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS), Miguel Ángel Pérez, manifestó que "queda mucho por hacer", dado que se continúa con un convenio con el que el Cabildo tinerfeño "no está de acuerdo".

"Nosotros queremos que la transferencia sea una realidad, y lucharemos para que en los próximos años, en vez de competencias delegadas, tengamos competencias transferidas", planteó el político socialista, que cree que, de esa manera, se evitaría que todos los años haya que estar "con esta lucha y esta pelea" con el Gobierno regional para el convenio.

En otro sentido, Pérez detalló que este año ha habido dificultades y, si bien querían firmarlo desde el mes de enero, se ha retrasado por una cuestión de negociación con la Comunidad Autónoma y por los cambios sufridos por la Consejería de Políticas Sociales.

Según los datos del Cabildo, en el actual convenio se da un incremento de 3,7 millones con respecto al año pasado, con lo que resulta un presupuesto global de 41,7 millones de euros.