El Cabildo de Tenerife no adoptará, al menos por ahora, ningún acuerdo en forma de ruptura del contrato u otra medida en esa línea con la empresa Kiti Trans, la concesionaria del Circuito del Motor, la instalación automovilística que se quiere construir en Atogo (Granadilla). La institución insular pospondrá hasta la constitución de la empresa Onda Rossa SL una decisión, pues será ahí cuando pasarán a analizar quiénes son los administradores de esta otra entidad y cuál es su capital.

Fuentes del Cabildo tinerfeño explicaron ayer que Onda Rossa -de la que se había dicho hasta ahora que iba a ser la sociedad a través de la que se realizaría solo la explotación- también estará detrás de la construcción, y en ella se unirán Kiti Trans y una firma de prestigio en Italia, Axia, a la que Onda Rossa subcontratará los trabajos constructivos.

Esto se produce después de que Kiti Trans presentase la documentación que le fue solicitada durante la pasada semana por la Corporación insular, una vez que se conoció la imputación por presunta estafa y alzamiento de bienes en una causa judicial de dos personas vinculadas a la referida instalación deportiva: Giuseppe Carta, que se ha autodefinido como "intermediario", y Jesús Guillermo González Soler.

Presentada esa información, el Cabildo espera a la constitución de Onda Rossa para la decisión posterior, en función de los aspectos anteriormente referidos.

Esa determinación se ha adoptado, argumentan las mismas fuentes, de acuerdo a que la presentación de recursos termina hoy y a que la ley de contratos establece que, a partir de que se produzca esa finalización, hay cinco días más para formalizar el contrato. Así pues, la institución dará esos cinco días para la constitución de la nueva sociedad, a lo que seguiría, de lograr el visto bueno, la firma final.

Cabe apuntar, al menos según afirmó la pasada semana Carta, que en la documentación entregada por Kiti Trans se refleja, fundamentalmente, que él nunca ha tenido "ningún tipo de relación" con esta sociedad y que González Soler -hacia quien en los últimos días se ha dirigido buena parte de las miradas, al estar también imputado- todavía es el administrador de la adjudicataria.

De la misma manera que el intermediario niega su relación directa con la referida firma, también mantiene que "jamás" ha tenido empresas en las que es socio de Jesús Guillermo González.

Eso sí, sus caminos profesionales se han encontrado en varias ocasiones en los últimos años, como en el proyecto de los corrales de Soo, en Lanzarote, que acabó en el juzgado, si bien fue sobreseído, y en la causa que se ha conocido en los últimos días. Nuevamente, vuelven a coincidir en el Circuito, en el que Giuseppe Carta intermedió para conseguir inversores y donde Jesús Guillermo González forma parte de la concesionaria de la obra.

Sea como fuere, el intermediario italiano sostiene que las querellas están dentro de las circunstancias habituales de la actividad empresarial: "Si usted me presenta a un empresario que nunca ha tenido un juicio, yo le pago una comida donde quiera". "Es implícito", apostilla en la misma línea.

Galimatías empresarial

Las singularidades empresariales del Circuito del Motor no son sencillas. El Cabildo sacó a licitación una obra que se acabó adjudicando a Kiti Trans y que habrá de ser sufragada -más de 30 millones de euros- por la iniciativa privada a cambio de una concesión de explotación de 35 años (prorrogables otros cinco más). Si bien Kiti Trans es la concesionaria, los verdaderos inversores pertenecen a una empresa italiana de reconocido prestigio: Axia. "Los inversores son solo de Axia. Kiti Trans es la empresa que se presentó, licitó y ganó la concesión; nada más", expone Giuseppe Carta, quien, dice, ha intermediado para conseguir inversores porque entendía que eso era positivo para el Club Ferrari de Canarias -del que es presidente-, para la Isla y que le podría reportar beneficios.

Atendiendo a lo que ahora apuntan desde el Cabildo, Kiti Trans es la concesionaria, mientras que la construcción y explotación se realizan a través de Onda Rossa SL, donde se unen la propia Kiti Trans y Axia. Cabe indicar que Carta había comentado días atrás que el 100% de la construcción la realizará Axia, mientras que la posterior explotación será compartida al 50% entre Kiti Trans y la multinacional italiana.