Las hogueras de San Juan convirtieron anoche la Isla en fiesta. De un extremo a otro, de algunos barrios del área metropolitana a las medianías, hubo muestras del gran espectáculo de música y baile en el que desde hace años se ha convertido la víspera de San Juan. Eso sí, las zonas litorales volvieron a reunir la mayor intensidad de una tradición que siempre mantiene en algo ese componente sobrenatural de sus orígenes.
El fuego como forma de recibir el solsticio de verano, el agua, la purificación y los rituales diversos pervivieron ayer en cierta manera, a juzgar por las velas, saltos sobre el fuego más o menos "fiesteros" o los pétalos de flores sobre el mar que se repitieron en diferentes playas insulares. Pero la verdadera protagonista fue la noche de marcha con la que miles de personas, especialmente jóvenes, dieron la bienvenida al verano y despidieron las horas de esfuerzo y exámenes.
En Santa Cruz estaba prohibida la realización de hogueras en Las Teresitas, si bien, al inicio de la noche, eso no era óbice para que la playa santacrucera ya se convirtiese en punto de celebración. La previsión en la capital era que se alcanzase alrededor de un centenar de ellas en barrancos, barrios y rincones costeros. Decenas de personas se reunieron en torno a la de María Jiménez, mientras que hicieron lo propio vecinos de Cuesta de Piedra en el solar de las antiguas viviendas del barrio. A esta se sumó el alcalde capitalino, José Manuel Bermúdez, alrededor de las 20:30 horas. Para controlar estos y otros festejos, 50 policías y una treintena de voluntarios de Protección Civil estuvieron operativos durante la madrugada, que estuvieron en jaque, en particular, con las hogueras descontroladas de Los Lavaderos, la subida a El Sobradillo, la avenida Pico Teide, La Vica y El Tablero.
Mientras, en La Laguna, una de las zonas "punteras" -nunca mejor dicho- de la Noche de San Juan fue Punta del Hidalgo, que en estos días vive sus fiestas. Por el resto del municipio, y como viene siendo habitual en los últimos años, hubo hogueras en algunos barrios, aunque en menor medida que años atrás. En terraplenes y huertas de El Coromoto, Camino La Villa, El Tornero, Las Gavias o San Diego prendieron unas cuantas hogueras, en contraposición a las decenas de otro tiempo. Es ejemplo de esa otra Noche de San Juan, más de barrio, de papas "turradas" y, a veces, hasta de oportunidad para quemar elementos inservibles.
En la línea de ese San Juan alejado de la "macrofiesta", e incluso con un sentido más costumbrista si cabe, el Norte celebró la cita en Icod de los Vinos, con los denominados "hachitos", de La Vega a El Amparo. Esta singular tradición nace de unos elementos que se hacían antiguamente, en la época aborigen, de astillas o trozos de tea de pino, y que hoy son grandes estandartes -hasta de varios metros- que se cargan al hombro en una suerte de romería. También hubo hachitos en Garachico, donde se baja el santo a la playa. Otra de las grandes costumbres norteñas son las antorchas de San Juan de la Rambla, donde son trasladadas desde el risco del Mazapé y haciendo sonar el bucio.
De referencia no solo en el Norte, sino en toda la Isla, playa Jardín (Puerto de la Cruz) reunió a gentes llegadas desde diferentes municipios. Hubo gente, pero menos hogueras respecto a otras ediciones. El hecho de que la celebración coincidiese en mitad de semana llevó a una disminución de asistentes con respecto a ediciones cuando se celebra en fin de semana. Ese mismo fenómeno se repitió en otras zonas.
Candelaria y El Puertito de Güímar fueron algunas de las zonas sureñas más pegadas a la capital en las que también se celebró con intensidad "la noche más corta del año". Más al Sur, El Médano atrajo a centenares de personas a sus siete horas ininterrumpidas de fiesta con distintas actividades, lo que lo convirtió en uno de los puntos de la Isla más concurridos para celebrar la víspera de San Juan. Los Cristianos, Adeje y, cómo no, Playa San Juan también participaron de una jornada festiva que hoy tendrá sus efectos, en forma de resaca, en muchos de quienes disfrutaron de la noche.