"Míralos, qué bonito. Todos juntitos para la foto". El desahogo en forma de grito del espontáneo de turno no andaba muy descaminado porque a la visita fugaz (cosas de la apretada agenda) de la ministra de Fomento, Ana Pastor, a dos obras que cofinancia su área en el municipio de Santa Cruz, no quiso faltar nadie ayer. Despliegue de políticos con sus respectivos séquitos y show mediático en medio de un calor infernal. La mitad del nutrido grupo de entrada no tenía claro de qué Candelaria se trataba (barrio en La Cuesta, hospital o municipio, había donde elegir). Hubo que cambiar las previsiones, de nuevo por la dichosa agenda. Primero, la obra de reposición de la barriada de La Candelaria (en la capital tinerfeña) y luego la construcción del dique semisumergido de San Andrés.

Relacionar la lista completa de quien esperaba a Pastor impediría escribir más. Así que habrá que resumirla en la vicepresidenta del Gobierno de Canarias, Patricia Hernández (alguno hizo un chiste con las aguas del barrio marinero y su avanzado estado de gestación), el presidente del Cabildo, Carlos Alonso, y el alcalde de la capital tinerfeña, José Manuel Bermúdez.

No era sencillo desarrollar el protocolo en una explanada de tierra y a más de 30 grados. Ante el gran socavón abierto en el antiguo aparcamiento del solar de la viuda Yanes, el arquitecto municipal y director responsable del proyecto, Elías Medina, explicó a grandes rasgos la reposición, o como dijo Pastor, "regeneración".

En un rápido resumen: 115 viviendas, 12,5 millones de presupuesto, una obra iniciada en abril y que se espera esté acabada en 2017. Financiación: Estado, 30%; Gobierno de Canarias, 30%; Ayuntamiento, 17%; Cabildo, 9,5% y el resto los vecinos, a 14.000 euros por barba. Ah, los vecinos, claro. En un segundo plano. Contentos por ver luz tras la lucha de más de 50 años por una vivienda digna.

Medina les esbozó la diferencia de cota, la plaza diáfana, los nuevos aparcamientos, las novedosas placas fotovoltaicas y, sobre todo, que serán pisos como mínimo de 70 metros cuadrados. Un sueño para superar un viejo desagravio. Al final lograron sacarse una foto con la ministra.

Después de los discursos de mutuos agradecimientos y alusiones a la financiación, la ministra resaltó "los buenos resultados cuando todas las administraciones trabajamos juntas" y pidió disculpas "por las molestias".

Luego, pitando para San Andrés. No sin antes decir que parte del material que se saca de aquí se usa en la obra del dique semisumergido.

En el barrio marinero ya había "otro airito". Pero también prisas porque parte de la comitiva llegó cuando ya el presidente de la Autoridad Portuaria, Pedro Rodríguez Zaragoza, explicaba qué se hacía allí con pelos, señales y algún guiño socarrón. Dijo que "mañana (por hoy) hay alerta amarilla en la mar. Aunque no creo que las olas sean como anuncian, sería una prueba de fuego para lo ya realizado. En total se han colocado ya 250 de los 6.100 bloques previstos en una obra para la que probamos 18 proyectos. Estará en octubre y el retraso se debió a los recursos judiciales".

Otra vez los vecinos para acabar. En este caso llevan también décadas de espera. Simbólico el diálogo de Ana Pastor con Manuel Cruz "el primo", veterano presidente de El Pescador. La ministra acabó con un "ahora se va el sol, cuando nos vamos". Y el séquito se puso en marcha, incluidos personal de prensa y protocolo, escoltas, asesores... Hasta la próxima, señora ministra.