"El Cabildo no tiene intenciones de dejar Bodegas Insulares a corto plazo; esta cumple un fin social que hay que reconocer". Así se expresa el consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Jesús Morales, acerca del futuro de una sociedad vitivinícola en la que participa la institución tinerfeña y que se encuentra en el punto de mira tras la "crisis bodeguera" del pasado año, que derivó en cambios en su estructura.

En época de vendimia, y en relación a esa función social, Morales precisa que Bodegas Insulares de Tenerife (Bitsa) suele comprar más uva de la necesaria con el fin de facilitarles a los viticultores un lugar para llevar su producción y, sobre todo, destaca que el peso con el que Bitsa cuenta en el sector "arrastra" hacia un precio lo más justo posible del género local. "Es una forma de evitar que, si fuese un mercado completamente abierto, hubiera bodegas que intentaran comprar uva a un precio inferior al que es justo", manifiesta.

"Yo participo en el Consejo de Administración, pero en la política del día a día de la bodega y en la comercialización no entro; eso sí, hay una comunicación fluida entre el presidente y yo", explica el político nacionalista sobre su papel en una entidad dirigida por un viticultor en una nueva etapa que considera que está yendo bien aunque hay aspectos que quedan por mejorar.

A ese respecto, señala que están tratando de optimizar la situación financiera de Bitsa a fin de intentar que la sociedad sea más competitiva, para lo que han llevado a cabo una "cierta reestructuración" del personal.

Desde el Cabildo de Tenerife, sin embargo, miran al futuro de Bodegas Insulares con aspiraciones aún mayores. Y es que, apunta el consejero tinerfeño, la idea es tratar de innovar y ver cómo se puede ir modificando la política de comercialización de una empresa que, en su opinión, es "puntera" y de la que resalta que aglutina a un elevado número de personas que se dedican al sector de la viña en la Isla.

"Lo que está claro es que, a mi juicio, Bodegas Insulares de Tenerife, tarde o temprano, tendrá que reorientar también parte de su venta al exterior", indica. "Yo creo que es un canal que se debe explorar y así lo hemos hablado", añade el responsable tinerfeño de Agricultura sobre una sociedad de la que entiende que no es momento de estar hablando del pasado sino del futuro.

De forma más amplia sobre la realidad del sector vitivinícola tinerfeño, comenta que se ha trabajado ya con los consejos reguladores en una mesa técnica y que se ha sacado adelante la campaña de promoción Vuelve al origen, a la que cree que deberá seguir otra de mayor incidencia en aeropuertos y otros públicos.

"Mi preocupación no es solo Bitsa, sino todas las bodegas de la Isla", asegura el consejero nacionalista, que subraya que la viticultura insular hay que verla como "un todo".

Impulso a la Denominación de Origen Tenerife

Una reunión celebrada recientemente entre el presidente del Cabildo, Carlos Alonso; el consejero regional de Agricultura, Narvay Quintero, y su homólogo tinerfeño, Jesús Morales, sirvió para aunar fuerzas para intentar crear la Denominación de Origen Tenerife, según detalla el consejero insular. Eso sí, aclara que eso no quiere decir que estén en contra de la Denominación de Origen Islas Canarias y que, a su juicio, la de Tenerife puede coexistir "tranquilamente" con la otra. "La segunda tiene una función importante de cara al exterior, fuera de las Islas, por ese nombre; pero eso no significa que no sea necesaria la de Tenerife", agrega. Según manifiesta Morales, si la regional salió "por una parte del sector", la de Tenerife la va a pedir "gran parte" de este. Además, concreta que la idea es que esa denominación de origen sea un ente único pero que en él se engloben las cinco grandes subzonas en las que se divide la Isla, debido a que hay viticultores que quieren seguir manteniendo esa "identidad".