La Cámara Insular de Aguas de Tenerife considera que "centrar el abastecimiento de agua dulce exclusivamente en la desalinización es equivocado por múltiples razones", entre las que destaca "su elevado coste y la contaminación atmosférica y marina que produce".

En un comunicado, muestra su preocupación porque "se está generando una corriente de opinión que solo admite como solución para mantener el abastecimiento de agua en la Isla la desalación de agua del mar".

Asegura que no está en contra de la desalación y admite que algunas de estas instalaciones "han aliviado las tensiones que se producen en veranos tan duros como el actual". Pero, a su juicio, "ello no justifica el cambio radical que se intuye, cuando aún hoy cerca del 80% de las aguas de la Isla proceden de manantiales, galerías y pozos, y que durante siglos han satisfecho eficazmente la demanda de agua".

Ese cambio de modelo entienden que "se torna más injustificable si se genera con olvido de algunas acciones previas, imprescindibles, como son las mejoras de las redes urbanas y el incremento de la calidad y cantidad de la depuración".

La Cámara Insular de Aguas de Tenerife quiere dejar constancia que, "mientras en la red básica de canales de propiedad privada se formulan requerimientos y controles para evitar mermas o contaminación, se descansa en la responsabilidad municipal y su autonomía para omitir las acciones precisas que remedien las pérdidas en las redes públicas".

"Si se corrigieran las pérdidas -añade-, el agua desperdiciada en las redes públicas supondría disponer de la misma cantidad que aportan todas las plantas desaladoras de Tenerife en funcionamiento, incluidas las próximas a entrar en servicio".

Respecto a la depuración, señala que "tras el reciente conflicto entre los ayuntamientos de Santa Cruz de Tenerife y La Laguna, fundamentalmente, sobre la depuradora se han puesto de manifiesto varios problemas que en su mayor parte se resolverían con una depuración de calidad, que permita el uso de las aguas en toda clase de cultivos, y que se complemente la insuficiencia de los medios de transporte para hacerlas llegar a los lugares en que se necesitan". "Obviamente -agrega- el nivel de tratamiento debe ser el adecuado para que sean aceptadas sin reservas por los usuarios, garantizando una continuidad en el nivel de depuración y calidad de las mismas".

También lamenta desconocer cuál es la situación actual de las reservas hídricas de Tenerife, pese a haber solicitado información.

la clave

En la defensa de su tesis, la Cámara Insular de Aguas de Tenerife recuerda que en el informe sobre la aplicación de los Planes Hidrológicos de Cuenca, de la Directiva Marco del Agua, de la Comisión Europea, "se ponen de manifiesto las deficiencias en los métodos de evaluación del estado de muchas masas de agua". En el caso de Tenerife, "si se desconoce la realidad actual de sus reservas hídricas, ¿cómo es posible que se apueste tan decididamente por la desalinización, con los costes económicos y problemas medioambientales que esa actividad ocasiona aludiendo que las reservas de aguas subterráneas son insuficientes?".