"La línea 1, hoy por hoy, la vamos a dejar en punto muerto. En la situación actual, con las afecciones que tendría sobre la avenida de La Trinidad y los impactos para llegar al aeropuerto con un sistema de tranvía que tardaría relativamente bastante, descarto hacerla a medio y largo plazo".

Así se expresó el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, sobre la ampliación de la línea 1 del tranvía, es decir, el trazado con el que al menos hasta ahora estaba previsto unir La Trinidad y el aeropuerto de Los Rodeos, y que en más de una ocasión se ha convertido en objeto de críticas por parte de vecinos y, sobre todo, de comerciantes de las zonas por las que transcurriría.

Concretamente, la propuesta sobre la que se ha venido trabajando era la de subir por las calles El Juego y Seis de Diciembre, dado que, según Alonso, es la que resulta técnicamente "más viable" y que evitaba que la última parada de la actual línea 1 quedase "descolgada" en una especie de "ramal".

Con esa actuación parada a largo plazo, las prioridades actuales de la institución insular en lo que al tren ligero se refiere son las otras dos patas restantes: la culminación de la línea 2 y la santacrucera línea 3.

Aunque Alonso recurrió a la cautela y puntualizó que el primero de esos dos casos está sujeto al "margen financiero", también sostuvo que no descarta que incluso se pueda acabar la obra durante el presente mandato.

"No es una línea muy costosa y daría mucha más potencia a la línea 2, así como un mejor servicio a una población muy importante en la zona de La Gallega", apuntó el político nacionalista, que agregó que hay un "compromiso político" con el Suroeste de Santa Cruz -"una de las zonas de la Isla que necesitan una mayor inversión a nivel insular", manifestó- que le ha trasladado al alcalde capitalino, José Manuel Bermúdez.

También durante los próximos cuatro años el Cabildo se ha marcado el objetivo de realizar el trabajo previo de discusión y debate de la línea 3, que atravesará Santa Cruz y que tiene un "impacto importante" en la zona urbana, señaló el presidente.

"Hay que verla con el ayuntamiento, los vecinos, los comerciantes y los taxistas", resaltó sobre una infraestructura que viene generando desde hace años preocupación en ese último sector, que augura que la línea 3 tendrá efectos negativos sobre su actividad. "Personalmente pienso que el tranvía no afecta de manera significativa al transporte de viajeros en taxi; esa es mi percepción sustentada en datos", mantuvo en sentido contrario Carlos Alonso.

Sea como fuere, la intención de la Corporación insular es "poner sobre la mesa" el proyecto de la línea 3, ver lo que opinan los taxistas, el impacto que va a tener la actuación y tratar de alcanzar posteriormente un acuerdo que podría pasar por la retirada de más licencias. "El coste del proyecto del tranvía podría incluir unas cantidades para esa finalidad", avanzó el nacionalista al respecto.

La línea 3, en fase de propuesta técnica

Desde el Cabildo de Tenerife resaltaron que la línea 3 del tranvía está aún en fase de propuesta técnica y que no está aprobado, por ejemplo, que vaya a discurrir por la avenida de La Salle. El director insular de Movilidad, Manuel Ortega, indicó que lo que ha ocurrido hasta ahora es resultado de la existencia de un proyecto técnico y de que el Ayuntamiento de Santa Cruz encargase el documento denominado "PMUS" (Plan de Movilidad Urbana Sostenible). Para la elaboración de ese texto, sus responsables le preguntaron a Metropolitano por dónde pasaría la línea 3, lo que obtuvo como respuesta cuál era su análisis técnico. No obstante, eso no supone, subrayó, que se haya adoptado ninguna decisión administrativa al respecto. En la misma línea que el presidente del Cabildo, Ortega planteó que existe un compromiso de que, antes de que se acuerde ninguna decisión definitiva sobre el trazado de la línea 3, este será consensuado con vecinos, comerciantes y taxistas.