El nuevo astillero de Santa Cruz de Tenerife estará operativo dentro de un año para poder realizar reparaciones de buques flotantes y plataformas, según informaron ayer los responsables del proyecto durante el acto de colocación de la primera piedra.

El astillero, que estará ubicado en el Dique del Este, precisará la contratación de una plantilla fija formada por 60 personas -la mitad ingenieros navales e industriales y el resto, personal técnico-, apuntó Jonathan Pérez, director general de Tenerife Shipyards, la empresa encargada.

Una vez que esté operativo se podrán reparar en tierra buques de hasta 230 metros de eslora y 36 de manga, y desde allí se dirigirán las reparaciones que se hagan en las plataformas, precisó Pérez, quien prevé facturaciones por encima de los 30 millones al año en proyectos de arreglo de plataformas petrolíferas. Será en una segunda fase cuando se instalará un dique flotante enfrente del astillero a finales de 2016.

En este dique podrán estar hasta dos barcos y tendrá una capacidad máxima a lo largo del año de 80 buques en seco, más unos 200 buques que se podrán reparar en el agua, detalló.

La puesta en marcha de este servicio supone una inversión que asciende a seis millones de euros, de los que 2,7 corresponden a obra civil y el resto, a la adquisición e instalación de la maquinaria necesaria, indicaron en una presentación a la que asistieron diversas autoridades locales.