La compañía Titsa se encuentra en las mismas cifras de pasajeros -unos 33 millones- con las que contaba en 1990, antes de ascender hasta 54,1 millones y pese a que, por entonces, según datos del Instituto Canario de Estadística (Istac), el censo insular tenía unos 225.000 registrados menos (663.309 frente a 889.936) y, por tanto, la cantidad de usuarios potenciales era más reducida.

En las últimas semanas, el que es el principal operador de transporte público en Tenerife se ha situado como una de las grandes claves, junto al fomento de los vehículos con alta ocupación, sobre las que trabaja el Cabildo para resolver los atascos mañaneros de la autopista del Norte (TF-5). Sin embargo, las dinámicas que se desprenden del histórico de la empresa desde la época de la digitalización -1990- dejan claro que el trabajo para aumentar el uso de la guagua será arduo.

El propio director insular de Movilidad, Manuel Ortega, reconoce que desde 2004 se ha producido una "bajada profundísima", que achaca fundamentalmente a la crisis y a sus efectos sobre los pasajeros que iban a trabajar en este medio. Y es que, precisa, ese tipo de desplazamiento lo realizaban antes de la recesión "mayoritariamente" quienes se dedicaban a tareas menos cualificadas y muchos inmigrantes. "Estos fueron los primeros afectados por la situación económica y la guagua sufrió más que proporcionalmente la crisis, con un 35% de caída", analiza.

En números, la oficialmente llamada Transportes Interurbanos de Tenerife, Sociedad Anónima (empresa propiedad del Cabildo) llegó hasta 54,1 millones de viajeros en 2004, tras un crecimiento con ligeras oscilaciones desde inicios de los 90, y que se volvió especialmente intenso desde los primeros años del siglo XXI. De hecho, entre 2000 y 2001, la subida fue superior a cuatro millones de viajeros, de 45,7 a 49,8. Y siguió aumentando. De 2001 a 2002, hasta 51,9; en 2003 se puso en 53,7, y en 2004 alcanzó el récord.

Posteriormente, fue cayendo a un ritmo de un millón por año: a 53,3 (2005) y 52,5 (2006). De ahí en adelante se endureció la reducción, coincidiendo con el arranque de la crisis y también con la puesta en marcha del tranvía, inaugurado en junio de 2007. "Eso no hay que ocultarlo", afirma el director insular de Movilidad al ser preguntado por la influencia de ese último factor, sobre el que estima que le pudo quitar unos cinco millones de viajeros a la guagua, aunque añade que también ha conseguido evitar millones de desplazamientos en coche.

El retroceso más intenso, pues, empezó entre 2006 y 2007, de 52,5 a 49,3, y siguió en los años sucesivos: 46,3 (2008; -3 millones de bajada), 41,7 (2009; -4,6), 39,8 (2010; -1,9), 39,3 (2011; -0,5), 36,1 (2012; -3,2) y 33,3 (2013; -2,9). Así las cosas, si hay una lectura positiva de la situación actual es que en el último ejercicio completado, 2014, se frenó la sangría, con una disminución que no llegó a 200.000 pasajeros.

Con respecto a ir remontando en el número de viajeros, Ortega señala que esto se está produciendo "muy lentamente". "De la misma manera que se perdía más que proporcionalmente con la crisis, se recupera menos que proporcionalmente", manifiesta sobre la correlación entre Titsa y las oscilaciones de la economía. Entre otros elementos, apunta que se debe a que se han dado circunstancias que incentivan el uso del coche, como un flujo de tráfico menos denso años atrás o etapas en las que el combustible ha tenido un precio asequible.

Volver a crecer

Recuperar el ritmo de crecimiento en Titsa es ahora mismo el objetivo del Cabildo. Otra cosa es que sea sencillo. El director insular de Movilidad, Manuel Ortega, orienta las medidas que se deben tomar en dos grandes direcciones: elevar la ocupación por vehículo y, al mismo tiempo, desincentivar el uso del coche. Según el acuerdo plenario del pasado viernes, que el tercer carril que quiere el grupo de gobierno en la autopista del Norte (TF-5) sea solo para guaguas o bien para estas y automóviles con alta ocupación es una de las opciones sobre las que se está trabajando. Concretamente existen dos grandes alternativas, según explicó el responsable de Fomento, Miguel Becerra: que ese carril adicional se destine al transporte colectivo o, en otro caso, que la nueva vía sea un carril bus-VAO reversible que discurra a través de la mediana y con pocos desvíos. Ese último supuesto permitiría que este tuviera un sentido Norte-Santa Cruz durante las mañanas y que por las tardes adoptase la dirección contraria.

Primera decisión

La última sesión plenaria de la institución insular dejó, además de una moción tendente a que ese tercer carril esté destinado a la alta ocupación, otro acuerdo institucional relacionado con el impulso del transporte público. En ella se acordó proponer a la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias un acuerdo para asumir la financiación de un descuento adicional en la guagua y el tranvía a los estudiantes no universitarios, "cuyos términos y alcance podrán ser acordados en el correspondiente convenio entre ambas administraciones". También se incluye reforzar las actuales políticas de descuento a favor de los estudiantes de la red de transporte público; instar a Titsa y a Metropolitano a culminar la puesta en marcha de la nueva tarjeta única sin contacto, prevista para junio de 2016, y pedir al Estado, a la Comunidad Autónoma y a los ayuntamientos que, en sus niveles competenciales, se comprometan al incremento de las partidas presupuestarias asignadas al transporte público.