El Cabildo de Tenerife y el Gobierno de Canarias están finalizando un nuevo tratamiento contra la polilla de la papa, la plaga que desde hace más de una década afecta a este tubérculo en la Isla y que ha llegado a impedir la exportación, lo que ha generado malestar en este sector agrícola.

Según explicó el consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Jesús Morales, se ha trabajado entre el Ejecutivo regional, la institución insular y la Universidad de La Laguna en un sistema con "atmósfera modificada" de dióxido de carbono (CO2), y la idea ahora es iniciar un mecanismo de aplicación de ozono.

"Ya hablé con el consejero regional de Agricultura, Narvay Quintero, para hacer una visita juntos al Ministerio de Agricultura cuando esté completamente definido el documento por parte del Gobierno de Canarias", manifestó el nacionalista.

En relación al tiempo que tardará en estar disponible esa alternativa, Morales planteó que el objetivo es que sea cuanto antes para intentar acabar con la situación que viene afectando a los productores locales de papas. "También hacemos trabajos de campo, de prevención, con enemigos naturales, trampas, feromonas", indicó antes de precisar que la solución final será también, en buena medida, la suma de un conjunto de diferentes medidas.

"A priori, los resultados de este mecanismo son optimistas, pero aquí no es cuestión de optimismo, sino de que cumplas o no lo que establece el Ministerio", afirmó el político isorano, que agregó que también en los presupuestos del Cabildo tinerfeño del próximo año habrá una partida de 49.000 euros para la construcción de una cámara específica para mejorar ese procedimiento del CO2.

Cabe recordar que, pese a lo que pudiera parecer a primera vista, este no es un problema cualquiera, hasta el punto de que incluso se ha llegado a crear la denominada Mesa de Investigación de la Polilla de la Papa, compuesta por varias administraciones que luchan contra la propagación de una plaga de la que existen hasta tres modalidades distintas en Tenerife: la guatemalteca; la llamada específicamente "polilla de la papa", de aparición incluso anterior, y una tercera que afecta a la producción del tomate.

Entre otros procedimientos, hasta ahora el Cabildo ha colocado durante la zafra balsas para la recogida de las que están bichadas en las diferentes áreas productoras, que después son trasladadas al PIRS, mientras que los agricultores también pueden llevarlas a las plantas de transferencia tras solicitarlo en las agencias de extensión agraria para cantidades menores a 3.000 kilos.

Sin embargo, el sistema que próximamente se presentará es, al contrario de algunos de los anteriores, más sofisticado, para tratar de acabar con un problema que da pérdidas a los cultivadores.