"Ha sido una sorpresa. No lo esperábamos". La afirmación resume cómo recibió ayer el grupo municipal socialista, y todos sus afines, la destitución de su líder, Javier Abreu, como concejal de Aguas y como consejero delegado de Teidagua.

Una decisión que José Alberto Díaz decretó a primera hora de la mañana, apenas unas horas después de que en el salón de plenos la ausencia de dos ediles del PSOE permitiera que la oposición ganara, una vez más, una votación al grupo de gobierno.

Y lo hizo amparado y avalado no solo por la cúpula de su partido, Coalición Canaria (CC), sino, y lo que es aún más importante, por la dirección federal del PSOE. La misma de la que dimitió el propio Abreu cuando se comenzó a negociar el "no pacto" que ahora rige en La Laguna.

Lo sucedido en el último pleno, según las diversas fuentes de CC consultadas ayer, colmó la gota de un vaso que el todavía concejal de Servicios Municipales comenzó a llenar desde el primer día en el que CC y PSOE anunciaron que formarían gobierno allá donde fuese posible. Entre otros lugares, en la Ciudad de los Adelantados.

Abreu no aceptó la idea e inició casi un mandato paralelo al del alcalde, apoyándose en ocasiones más en la oposición que en su propio socio. "El alcalde no me ha explicado nada. Cuando me lo explique a lo mejor le escucharé", fue la reacción más repetida durante gran parte de la jornada por el todavía primer teniente de alcalde. Pasadas las horas y encajado el golpe, tocó rearmarse.

Por la tarde, y tras una ejecutiva que algunas fuentes apuntaron que podría ser ilegal, al no estar convocada por el presidente del PSOE en Aguere, Pedro Ramos Negrín, el todavía primer teniente de alcalde de La Laguna lanzó su ultimátum: "El alcalde y CC de La Laguna tienen hasta las 12:00 horas de mañana (por hoy) para revocar la destitución. Si no, todos los concejales socialistas presentarán su dimisión y pasarán a formar parte de la oposición".

Una decisión, la de dimitir, que, según diversas fuentes, ya planteó el propio Abreu y dos de sus ediles, Yeray Rodríguez y Zebenzuí González, a media mañana de ayer. "El PSOE se sentiría libre de cualquier compromiso, porque quien lo ha roto ha sido CC", enfatizó por la tarde.

Ese fue el mensaje, contundente, a priori. Sin embargo, sonó más a despedida que a un nuevo reto del líder socialista lagunero.

"Es un incumplimiento grave del pacto de gobierno en el Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna y genera un clima de inestabilidad que perjudica a la gestión municipal", continuó Abreu. Un pacto que, curiosamente, él siempre se ha negado a asumir. De hecho, siempre ha jactado de no haber firmado documento alguno.

De ahí que, durante el día, el edil lagunero apenas tuviera respaldo de sus compañeros de partido en el ámbito regional. "Lo acabo de tener ahora mismo de los compañeros, por unanimidad, de la ejecutiva local de La Laguna", respondió al ser preguntado por el apoyo recibido a lo largo del día.

Fortalecido por ello, el edil de Servicios Municipales lanzó el último dardo del día: "Espero que esto -su destitución- no tenga nada que ver con que hayamos encontrado agua en el pozo de Las Gavias y se hayan puesto nerviosos".