Después de dos retrasos, el comienzo del nuevo billete sin contacto en el transporte público tinerfeño se producirá finalmente a partir de enero. Así lo asegura el director insular de Movilidad, Manuel Ortega, que detalla que en esa fecha arrancará la fase piloto, en la que un grupo de personas seleccionadas empezarán a probar las nuevas canceladoras de las guaguas.

"Son colaboradores voluntarios con los que estamos contactando y que pagarán su guagua y su tranvía como cualquier otra persona, con la misma tarifa, pero con un soporte nuevo", indica el nacionalista, que califica de "test de uso" el empleo que se empezará a realizar del sistema en cuestión, cuyos cambios serán progresivos durante varios meses.

Tras el período de prueba, la definitiva puesta en marcha tendrá lugar en junio, y la intención inicial de la Corporación tinerfeña es que en la etapa entre julio y diciembre de 2016 haya una fase de adaptación para los usuarios, en la que se les permitirá utilizar tanto el nuevo bono como el de papel. Según Ortega, será en el transcurso de esos meses cuando los pasajeros podrán canjear esos últimos -"en cientos de puntos de venta", apostilla-, traspasando el saldo a la nueva tarjeta.

Cabe añadir que el Cabildo, a través de promociones, quiere estimular el uso de la modalidad de bonos personales, que tendrán nombre y foto y que permitirán más opciones y ventajas. Y es que, en contraposición a ellos, habrá otros anónimos.

El director insular de Movilidad plantea, por otra parte, que se instalará en 40 taxis una versión reducida de la canceladora. "Buscaremos que esos vehículos se encuentren dentro de un acuerdo para que determinados viajes estén premiados a un precio muy económico", precisa sobre un proyecto para el que, agrega, son candidatos sobre todo los taxis que operan en la modalidad compartida en Los Realejos y Candelaria. En cualquier caso, también está previsto que se incorporen algunos del área metropolitana.

¿Y el Vía-Móvil? Seguirá conviviendo con la tarjeta que en próximas fechas iniciará una fase de pruebas que, además, coincide con la del nuevo Sistema de Ayuda a la Explotación (SAE). Este es parte indisoluble del nuevo plan, en tanto que permitirá que las guaguas tengan un sistema "fiable al 100%" de posicionamiento GPS, frente al 60-80% actual, lo que posibilitará que la información que aparezca en los sistemas informativos que ya se están instalando en las paradas tenga un grado de precisión superior al actual.

En la línea de lo anterior, Manuel Ortega resalta que desaparecerá la circunstancia de que las guaguas pasen "pegadas", dado que el nuevo SAE ajustará las salidas para que estas circulen a la "distancia adecuada", con lo que se evita que una de ellas vaya vacía y que los usuarios que lleguen después esperen más tiempo.