El incumplimiento del Código de Buen Gobierno del Cabildo de Tenerife aún no ha llevado a sanciones. La consejera de Gobierno Abierto, Acción Social y Atención Ciudadana, Cristina Valido, señaló que no se han detectado prácticas contrarias a lo que dicta este documento, que a finales de noviembre y principios de mes ha empezado a ser distribuido entre el personal insular.

En 20 páginas, la publicación, que fue aprobada el pasado febrero en sesión plenaria, recoge las directrices que regirán el proceder de los consejeros insulares y miembros de la institución durante el ejercicio de su actividad, y es, en palabras de Valido, un trabajo "muy participado" con los empleados y que intenta que las conductas que recoge se vayan grabando en el "ADN" de la Corporación tinerfeña.

Como se recordará, uno de los aspectos más comentados durante su fase de aprobación fue el referido a las que denomina "muestras de cortesía y atenciones protocolarias, regalos y dádivas". A ese respecto, recoge específicamente que no se podrá aceptar, recibir o solicitar ningún "regalo, dádiva, obsequio en metálico, invitación, favor o servicio, cualquiera que sea su naturaleza, ni para sí ni para su círculo familiar o social". "Ello incluye la no aceptación de entradas, vales, números de lotería o cualquier otro beneficio directo o indirecto, material o inmaterial", se expone en él.

Sin embargo, añade en el siguiente párrafo que sí se permiten los obsequios con un importe estimado igual o inferior a los 20 euros "dentro de un marco de cortesía social, siempre que no concurra un conflicto de intereses", así como otras tres excepciones: los "obsequios, muestras de cortesía o atenciones" oficiales o de carácter protocolario que se intercambien o reciban en el ejercicio de misiones institucionales, que pasarán a formar parte del patrimonio de la corporación; el abono por parte de terceras personas del desplazamiento, hotel y manutención para la asistencia a actividades relacionadas con su cargo, y las invitaciones a espectáculos debido a su función institucional.

En total, la publicación se compone de cinco capítulos en los que, por ese orden, se establecen los objetivos generales, su ámbito de aplicación (miembros de la corporación, el personal del Cabildo y otros trabajadores al servicio del sector público insular), los principios inspiradores de organización y conducta, así como los mecanismos de difusión y seguimiento de las medidas en él contenidas.