Otro factor más para los problemas de tráfico que se producen en la Isla, especialmente para los de la zona Sur: la primera alternativa de los turistas para moverse por Tenerife no son las guaguas, ni siquiera las de servicio discrecional, sino la utilización del coche de alquiler.

Así se desprende de los datos más recientes de los que dispone el Cabildo de Tenerife sobre la movilidad turística, en los que se recoge que, por persona y día, y entre las diferentes modalidades de transporte, se producen 2,39 viajes de media. Esa cifra, sin embargo, asciende hasta 2,6 en el caso del coche de alquiler, que aglutina el 48,7% del total de los desplazamientos realizados por quienes visitan la Isla. En términos absolutos, 35.355 turistas efectúan, por persona, esos 2,6 trayectos diarios de promedio.

La siguiente opción es el transporte discrecional, que se sitúa en el 34,6%, con 65.157 recorridos totales y 2,23 viajes por persona y día. Mientras, el tercer y cuarto lugar son, respectivamente, para el transporte público regular (10,3%, 2,43 y 19.303) y para la categoría "otros" (6,5%, 12.161 y 1,92).

En una época en la que está en el punto de mira el denominado "todo incluido" y los efectos que ocasiona sobre la movilidad turística por el territorio, el estudio de movilidad turística en las carreteras tinerfeñas indica que en el 50,7% de los casos se producen desplazamientos fuera del área de alojamiento, esto es, fundamentalmente de núcleos pertenecientes al Norte y al Sur.

A juzgar por las cifras anteriores, desde la institución insular entienden que el sector turístico resulta importante en las carreteras insulares. No en vano, el presidente del Cabildo, Carlos Alonso, manifestó el pasado mes de julio que el grado de uso por quienes cada año visitan Tenerife será uno de los elementos que aplicará esta administración para determinar la necesidad de las actuaciones que se van a realizar en el viario insular, lo que, evidentemente, se combinará con otros "criterios objetivos" que se suelen emplear de forma usual en la decisión de qué trabajos cuentan con una ejecución más prioritaria.