La peatonalización de las calles del casco histórico de La Laguna ha estado aparejada al aumento de visitantes y al éxito comercial, pero también a un problema que se ha venido repitiendo con distinta intensidad durante los últimos años: el de los adoquines rotos y hundidos, que en la actualidad se da en varias vías que circundan el centro histórico y que empieza a ser frecuente en el entorno de La Concepción, a pesar de que se trata de un punto que inicialmente no está destinado al tráfico.

Según apuntaron ayer fuentes oficiales del Ayuntamiento de La Laguna, desde la Concejalía de Obras e Infraestructuras se viene haciendo un "esfuerzo" para restituir aquellos adoquines y losetas levantados, con un sistema de respuesta que comienza cuando existen avisos de desperfectos y tras lo que se activan los operarios municipales.

El problema, aunque no es nuevo, se está mostrando en las últimas fechas de una forma especial en la calle Herradores a su paso por la avenida de la Trinidad y Heraclio Sánchez, donde se descubren varios hundimientos y algunas losas a distinta altura, así como en la zona ya referida de las cercanías de la parroquia de La Concepción.

Convertido en uno de los lugares más concurridos del centro histórico de la ciudad y con mayor actividad comercial, esa última ubicación viene captando un tránsito de vehículos (en buena parte de los casos, pesados y que se dirigen a los establecimientos) que deja baldosas partidas y, hasta en varias ocasiones -en el lado de la plaza que conecta con la calle de La Carrera-, se descubren huecos en los no hay losetas y el cemento queda al descubierto.

Otro de los puntos en los que esta circunstancia se distingue con facilidad es en el Cristo, en cuyas vías empedradas hay hundimientos, parches de asfalto para compensar desniveles y, al menos hasta el pasado lunes, incluso algún adoquín fuera de su sitio.

Cabe indicar que, desde hace casi tres años, cuando al frente de la Concejalía de Obras se encontraba el hoy edil de Seguridad Ciudadana, Jonathan Domínguez, desde el consistorio señalaban que el exceso de tránsito de vehículos pesados es la principal razón que lleva a que se produzcan anomalías de este tipo con los adoquines.