El Cabildo de Tenerife ha abierto el plazo para solicitar ayudas a las empresas de nueva creación, así como a los promotores de proyectos empresariales que tengan su ubicación y domicilio fiscal y social en Tenerife y que, además, no hayan iniciado su actividad a partir del uno de septiembre del año anterior al presente ejercicio presupuestario.

La cuantía total de esta subvención asciende a 170.000 euros, y fue aprobada por el Consejo de Gobierno insular con el objetivo de incentivar estas actuaciones, informa el Cabildo en una nota.

Las solicitudes pueden hacerse hasta el 3 de junio, y se incluyen en el Plan Estratégico de Subvenciones del Área de Empleo, Comercio, Industria y Desarrollo Económico.

El vicepresidente económico, Efraín Medina, señala que "el Cabildo se compromete, con esta ayuda, a apoyar financieramente a aquellos pequeños empresarios que se inicien en el sector, y al mismo tiempo, ayuda a diversificar la economía de la isla, basada en el turismo y el sector servicios".

En los dos últimos años, gracias a esta línea de acción de la corporación insular, se han creado 93 empresas que generaron 230 nuevos puestos de trabajo.

DIVERSIFICACIÓN DE LA ECONOMÍA

"Son actuaciones de esta naturaleza las que ponen de manifiesto el compromiso del Cabildo con el emprendimiento, la diversificación económica y la empleabilidad en la isla", explica.

Los proyectos que opten deberán reunir las condiciones de viabilidad técnica, económica y financiera, y al menos alguno de sus promotores deberá haber realizado algún curso sobre creación de empresas.

Otro de los criterios que se valorará será la implantación de actividades innovadoras con escasa presencia en el territorio insular, que tengan capacidad para generar otras actividades complementarias e introduzcan nuevas formas de gestión.

Del total de la partida presupuestaria, 170.000 euros, --ampliable hasta un total de 20.000 euros más--, serán 70.000 euros los que se destinen a sufragar los gastos de Seguridad Social de los promotores de la iniciativa empresarial, que deben cotizar en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos; y el resto, 100.000 euros, irá dirigido a financiar gastos de constitución, puesta en marcha e inicio de la actividad.