La cúpula nacional del Partido Socialista (PSOE) dio ayer por finalizada la etapa de Javier Abreu como secretario general de la Agrupación local de La Laguna. Los acontecimientos de los últimos días llevaron este jueves a la Ejecutiva federal de esta formación política a ordenar la disolución de la Comisión Ejecutiva lagunera, así como a solicitar a la Dirección regional que, en un plazo máximo de siete días, proponga a Madrid una gestora para regir la organización en el municipio.

Según el comunicado remitido por el partido de la rosa durante la mañana, el nuevo órgano que se cree tendrá por función controlar el PSOE hasta después del congreso insular, cuando se convocará una asamblea para elegir al nuevo equipo ejecutivo de una agrupación que, hasta entonces, y al igual que el grupo municipal, habrá de seguir las instrucciones que les sean dictadas desde Ferraz, sede central de los socialistas.

Fuentes solventes del partido estimaron que el referido órgano contará con al menos un año de vigencia, y precisaron que será propuesto por la Dirección canaria, si bien la decisión última sobre los nombres que la compondrán la tendrá Madrid. Su inicio, según las mismas voces, no se producirá previsiblemente hasta finales de mes, una fecha importante no solo por la puesta en marcha en sí, sino porque será tras su comienzo cuando se dilucidará el futuro del grupo local del PSOE.

Concretamente, la previsión es que a su constitución siga una reunión con los ediles laguneros para fijar quiénes continúan en el grupo de gobierno y nombrar al portavoz, y otra con el alcalde, José Alberto Díaz, para establecer cómo se llevará a cabo entre los concejales la redistribución de las áreas afectadas por las salidas de Abreu, Yeray Rodríguez y Zebenzuí González.

Estas fuentes sostuvieron que, en efecto, en la decisión adoptada ha influido el pulso lanzado por Abreu al insistir con la moción de la auditoría en la compañía Teidagua -finalmente aprobada anteayer-, pero también todo lo anterior. No en vano, retrotrajeron el origen del problema al inicio mismo del mandato y a todo lo ocurrido desde entonces: el retraso del acuerdo de gobierno, la negativa a firmarlo del protagonista de lo ocurrido -lo tuvo que hacer el granadillero Nicolás Jorge, en su condición de miembro de la Mesa del Pacto-, las dificultades en los plenos y en la negociación de los órdenes del día, y en que dan por sentado desde las altas esferas regionales que su compañero llegó a preparar sesiones plenarias con la oposición y a facilitarles información interna sobre el grupo de gobierno.

Tras ello, los representantes socialistas consultados agregaron que el final de la "etapa Abreu" acabó de producirse por las circunstancias más recientes, como son esa persistencia con la auditoría en Teidagua -Madrid le pidió desde el primer momento que la retirase, si bien se limitó a dejarla sobre la mesa y, más tarde, la devolvió al Pleno- y su reciente decisión de irse a la oposición, tal como ya había ocurrido meses atrás, después de ser cesado de sus responsabilidades al frente de Aguas.

Si a eso último siguió un documento de la Federal en el que lo informaba de la imposibilidad de abandonar el grupo, volvió a suceder lo mismo en los últimos días. Según aseguraron las fuentes, el PSOE repitió por escrito a cada uno de los ediles sobre que no podían salirse del pacto de gobierno sin autorización, si bien Javier Abreu hizo caso omiso y, además, consiguió arrastrar consigo a Rodríguez y González, lo que ha dejado en minoría la postura "oficial", habida cuenta de que solo la defienden ahora mismo las concejalas María José Castañeda y Mónica Martín.

Se unen a lo anterior otros dos elementos: las denuncias cursadas por el presidente de la Ejecutiva local, Pedro Ramos, por mal funcionamiento de esta comisión y, de forma más coyuntural, la división socialista en el pleno del jueves, en la decisión sobre la propuesta del extinto IGTE -de C''s y sin demasiada relevancia-, y el posterior abandono de la sesión de los tres concejales, lo que miembros de la cúpula canaria interpretan como un recurso urdido para dificultar las votaciones. No tienen tan claro, sin embargo, si un expediente disciplinario será el siguiente paso tras la decisión anunciada este jueves, que bien podría marcar un antes y un después en el PSOE lagunero.

A la espera de Zebenzuí, el hombre clave

El edil socialista Zebenzuí González (Tejina, 1977) ha pasado en los últimos días de estar al frente de las áreas de Mercado y Sanidad a convertirse en una de las claves del pacto lagunero. Tras el terremoto político iniciado el lunes, el concejal renunció a las competencias que tenía asignadas y se posicionó del lado de Javier Abreu y Yeray Rodríguez, si bien desde el PSOE están intentando -y esperan- lograr su regreso a la línea oficial del partido.

Fuentes de la cúpula socialista apuntaron ayer que González -que optó por no pronunciarse al respecto- en los últimos días ha dado muestras a la organización de que alberga dudas sobre cuál será su posicionamiento definitivo, por más que incluso llegó a comparecer ante los medios de comunicación hasta en dos ocasiones con sus compañeros críticos.

Lo que sí tienen claro desde la alta militancia del PSOE es que el hasta ahora responsable de Mercado está en una posición muy diferente a la de Yeray Rodríguez. Esa última es más próxima a Abreu y, por tanto, complicada para los intereses de la formación de la rosa de lograr que dentro del grupo pese el criterio de la organización y no el del ya exlíder del PSOE local.