Miles de personas participaron anoche en los actos populares celebrados con motivo de la víspera de San Juan, entre los que destacó la fiesta de Playa Jardín, en el Puerto de la Cruz, y la fiesta del fuego en la playa de Los Cristianos (Arona), siendo las más multitudinarias.

Los barrios de la Santa Cruz de Tenerife fueron focos de atracción en la Noche de San Juan. Casos de Ofra, La Alegría, Valleseco, Cueva Bermeja o San Andrés y la playa de Las Teresitas.

Ayer, en virtud de resolución del Cabildo y por el intenso calor se prohibieron las hogueras dentro del Parque Rural de Anaga.

Asimismo, también en la capital tinerfeña, tras las inspecciones realizadas no se prendieron hogueras en la parte alta de María Jiménez ni en la zona alta de Tahodio. El servicio de Protección Civil también informó negativamente sobre una hoguera en calle Andoriña, en El Sobradillo.

En el Norte, las hogueras se repartieron por todos los municipios de la comarca. El acto más multitudinario se celebró en Playa Jardín, en el Puerto de la Cruz, donde volvieron a reunirse miles de personas alrededor del fuego y de la música. La quema de la escultura "El minotauro", de Luigi Stinga, fue uno de los momentos más esperados de la noche.

En San Juan de la Rambla volvieron a resonar los ancestrales bucios y, pese a la prohibición anunciada ayer por la mañana por el consejero insular de Medio Ambiente, José Antonio Valbuena, Los Hachitos se encendieron, con más precauciones, en Icod de los Vinos.

Fuentes del Ayuntamiento icodense aseguraron ayer a EL DÍA que Los Hachitos de la costa se celebraron "sin problemas" y que en el resto de la localidad se tomaron más precauciones.

Los Hachitos, cuyo origen se sitúa en la época aborigen, son pequeñas antorchas decoradas con ramas, flores y cintas que en uno de sus extremos llevan uno o varios cacharros donde se prenden paños mojados en petróleo.

En el Sur de la Isla, El Médano vivió una noche de fuego y música y en Arona la tradición se concentró en Los Cristianos.

Las cabras se bañan hoy en el muelle portuense

El muelle pesquero del Puerto de la Cruz acoge hoy, desde las siete de la mañana, un rito ancestral: el baño de las cabras en el mar. Una costumbre cuyo origen se sitúa en la cultura guanche y que el historiador Manuel Lorenzo Perera relaciona con la fertilidad del ganado. Varios cabreros del Norte de la Isla llevarán sus rebaños a la playita del muelle para que reciban "un baño purificador".

Tras la muerte de Chucho Dorta, en 2002, la Asociación Cultural Amigos del Baño de las Cabras en el Mar se encarga de la organización de una tradición que se perdió durante décadas.

El proyecto educativo "Salvando las distancias" también participará hoy en el baño de las cabras con una exhibición de silbo gomero, salto del pastor y toque de bucios, a cargo de un grupo de niños, niñas y jóvenes del CEIP Acentejo, de La Matanza, dirigidos por el músico y docente Rogelio Botanz. La escuela matancera contará con el apoyo de otro colegio que forma parte del núcleo inicial de una Red de Centros Educativos para la enseñanza del Silbo Gomero en Canarias: el CEIP Punta Brava, que cuenta con una escuela de silbo.

Este grupo de niños y niñas mostrarán al público asistente "tres creaciones culturales que son herencia viva de los antiguos canarios y que en el siglo XXI siguen siendo funcionales: el silbo gomero, el salto del pastor o el toque de bucio, que cumplieron durante siglos la función de ayudar a los habitantes del Archipiélago a salvar las distancias". También habrá una demostración de juegos tradicionales de inteligencia a cargo de José Manuel Espinel.