El Instituto de Atención Social y Sociosanitario (IASS) prevé iniciar en el último trimestre del año un proyecto de atención domiciliaria a dependientes con baremación, pero sin plaza.

La directora del IASS, Juana María Reyes, explicó que es una de las fórmulas que se van a poner en marcha para ofrecer atención a las más de 1.000 personas con su baremación de la Dirección General de Dependencia, pero sin plaza en los recursos alojativos de la isla. La idea es que "tengan más apoyo en fisioterapia, terapia ocupacional, de enfermería y de apoyo a los cuidados desde el IASS", explicó. La finalidad es "pilotar" el programa en ese último trimestre "y, si funciona bien, extenderlo el año que viene".

Al mismo tiempo, el Cabildo de Tenerife también ha diseñado un plan ejecutado en varias fases para "crecer en torno a unas 760 plazas por crecimiento de infraestructuras propias" en los primeros seis años. El coste aproximado de esta primera fase de seis años es de 128 millones de euros y la directora del IASS asegura que el plan debería ser "ejecutado al 50%" por la institución insular y el Gobierno de Canarias, que tiene las competencias en Dependencia. No obstante, aclaró Reyes, el Cabildo está en disposición de llevar a cabo su parte.

Por otro lado, la directora del IASS aclaró que durante esos años de construcción de infraestructuras van a "buscar que haya otro crecimiento parecido", de cerca de 760 plazas, en centros privados donde se puedan "contratar plazas" con la financiación del "sistema público de Dependencia".

El Cabildo tiene hoy un total de 1.466 plazas residenciales para mayores dependientes y 262 de estancia diurna. También disponen de una reserva del 20% para mayores "de edad muy avanzada, en exclusión social".

En la actualidad, la media de tiempo que tarda un dependiente en ser baremado por la Dirección General de Dependencia es superior a 1.200 días. Luego, si tienen un grado 2 o 3 de dependencia, tienen que entrar en lista de espera para un recurso residencial del Cabildo de Tenerife. Todo esto provoca, a su vez, un problema sanitario con todos aquellos mayores cuya dependencia se genera tras un proceso de agudo. En algunos casos, permanecen ocupando una cama hospitalaria por la incapacidad de las familias para hacerse cargo de ellos.

"Si hay una institución que tiene las puertas abiertas a todo el mundo, es la Sanidad", argumenta la directora del IASS, para añadir que "si uno se siente mal, va al médico". No ocurre lo mismo con el resto de instituciones, donde necesitas entrar en una lista o incluso inscribirse en el caso de la educación. "La realidad es que tenemos un problema de déficit de recursos", reconoce Reyes. "Cuando la Consejería determina el derecho de un dependiente, se le incluye dentro de la lista y se le van buscando recursos", concluye Juana María Reyes.

Más de 1.000 dependientes sin plaza

Con más de 1.000 dependientes sin plaza y un total de 1.466 camas residenciales, el IASS reconoce que hay que crecer en infraestructuras.

"Hay más de 136.000 mayores de 65 años en Tenerife. Esto no quiere decir que tengamos que tener recursos para todos ellos, pero sí hay recomendaciones de que debería existir entre la pública y la privada una cobertura que esté en torno al 5% de recursos asistenciales", explica la directora del IASS.

Hubo un primer plan de infraestructuras de Cabildo y Gobierno de Canarias que se propuso alcanzar el 3,5%, pero no alcanzaron esa meta, reconoce Reyes. "Ha crecido tanto la población mayor de 65 años que, aunque las plazas se duplicaron, tenemos que seguir creciendo", añadió. En el primer plan de infraestructuras se gastaron 68 millones de euros, recordó.

Y no solo es que crezcan los mayores (en 2000 solo había unos 90.000) sino que crecen "los mayores de 80 años". "Llega una edad que necesariamente la dependencia aumenta", afirma, en referencia a las enfermedades crónicas o degenerativas.

Esto se suma a que "las familias son más pequeñas" y que con la crisis muchos "han tenido que emigrar". Así, muchos mayores no pueden ser cuidados, como antaño, por sus hijos, sino que necesitan una plaza residencial.

las cifras

1.400 plazas son las que tiene previsto aumentar Cabildo y Gobierno en la isla de Tenerife en el segundo plan de infraestructuras sociosanitarias. En el primer plan, que se inició en 2003 y se terminó en 2009, se creció en unas 1.000 plazas.

128 millones costará la primera fase del nuevo plan de infraestructuras, que durará 6 años y culminará con la construcción de unas 760 plazas. La mayor demanda corresponde al área metropolitana.

9.000 mayores de 65 años había en Tenerife en el año 2000. Hoy son más de 136.000, muchos de ellos mayores de 80 años con enfermedades crónicas asociadas, lo que provoca que aumente el número de personas que tienen algún grado de dependencia.