El viento protagonizó el día grande de la fiesta popular del 15 de agosto en honor de la Patrona General de Canarias, la Virgen de Candelaria. Al son de su himno, la imagen fue sacada del templo y recorrió el perímetro de su plaza entre los vítores de los presentes, que se escucharon desde el instante en el que monseñor Bernardo Álvarez dio por concluida la eucaristía solemne. Hace un año no fue posible este momento de encuentro al aire libre entre la Morenita y el pueblo porque el viento lo impidió.

Con la Basílica abarrotada y la plaza de la Patrona, también, cabe asegurar que este 15 de agosto fue el reflejo de la importancia que la Virgen de Candelaria tiene para el pueblo canario. La tarde noche del domingo fueron miles los peregrinos que llegaron a la Villa Mariana, a los que se sumaron, durante la mañana de ayer otros muchos que lo hicieron en guagua, especialmente.

Peregrinar, ofrendar, prometer, agradecer... "Toda la meta es venerar a la Virgen", dijo en su homilía el obispo de la Diócesis Nivariense, para quien en este Año de la Misericordia "el culto tiene que pasar por imitar sus virtudes (de la Virgen)", citando la fe, la esperanza y la caridad. "Parece que en el mundo quienes mandan son los soberbios y los ricos, pero Dios tiene la última palabra", argumentó monseñor antes de recordar que el papa Francisco I "nos dice constantemente que vamos a la ruina si ponemos al dinero como dios". Bernardo Álvarez invitó a los fieles a "abrir los ojos" y a tener una mirada "sensible y preocupada" ante todos los que sufren en el mundo.

La llegada de los cientos de atletas que partieron de Santa Cruz hasta alcanzar los pies de la Patrona, a la que ofrendaron flores, fue el primer acto masivo del día. Después, la clase política protagonizó la procesión cívica desde la Casa Consistorial hasta la plaza, donde fue recibido el representante real, el teniente general jefe del Mando de Canarias, Pedro Galán. "Deseo que el propio rey en persona venga a estar entre nosotros" fue el mensaje que públicamente le pidió el obispo que transmitiera a Felipe VI.

Lo hizo durante la eucaristía solemne que siguió a la revisión de tropas y precedió a la procesión multitudinaria del mediodía del día de la Asunción de la María.

La tarde, por segundo año consecutivo al haber recuperado la fecha y la hora que se quebró en 2005 (cuando el gobierno municipal de entonces creó una romería para la víspera), fue para la Ofrenda Folclórica, Floral y Frutal en la que participaron municipios de la Isla y otras representaciones. Un acto cuya importancia es la recogida de alimentos que las comitivas asistentes entregan para los más necesitados y que repartirá Cáritas Interparroquial.