La Comisión de Control de CajaCanarias, órgano que velaba por la adecuación a la legalidad de los acuerdos del consejo de administración, se vio sorprendida por las "prisas" y el infrecuente interés que demostraron los dirigentes de la entidad para que se tramitara el crédito para la adquisición de los terrenos de la playa de Las Teresitas.

Así lo ha manifestado hoy en el juicio por el "caso de Las Teresitas" el testigo Juan Gutiérrez Pérez, presidente de la Comisión de Control cuando en junio de 1998 la entidad concedió un crédito de 33 millones de euros a los empresarios Ignacio González y Antonio Plasencia para la compra de unos terrenos en la zona de la playa de Las Teresitas, en Santa Cruz de Tenerife,

Una parte de esos terrenos, el frente de playa, fue revendida por los empresarios al Ayuntamiento en 2001 por 56 millones de euros, a pesar de que los servicios municipales los valoraron en 19 millones.

Por este presunto "pelotazo" se sientan en el banquillo, entre otros, el exalcalde de Santa Cruz, Miguel Zerolo (CC), el exconcejal de urbanismo Manuel Parejo (CC), los entonces portavoces de PP y PSOE, José Emilio García Gómez y Emilio Fresco, y los empresarios Ignacio González, expresidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, y Antonio Plasencia, expresidente de la patronal de la construcción.

Juan Gutiérrez Pérez ha relatado hoy a la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife en la tercera sesión del juicio que en la Comisión de Control de CajaCanarias les llamaron bastantes cosas la atención en relación con la tramitación de este préstamo a Plasencia y González.

En primer lugar, que los entonces presidente y secretario de CajaCanarias, Rodolfo Núñez y Pedro Afonso, les convocaran a una reunión extraordinaria únicamente para explicarles este caso concreto, algo que anteriormente sólo había ocurrido en una ocasión.

Los dirigentes de la Caja insistieron a los integrantes de la Comisión de Control que esta operación era muy importante para la entidad, porque "los partícipes eran clientes de toda la vida y querían satisfacer su petición".

Sobre este asunto se celebraron "dos o tres sesiones" de la Comisión de Control, cuyos miembros que no veían correctas las prisas, ya que la empresa peticionaria, Inversiones Las Teresitas, se estaba constituyendo en esos momentos.

También llamó la atención de la Comisión de Control que la única garantía del préstamo fueran los propios terrenos que se iban a adquirir.

La valoración realizada por los terrenos por la compañía Tinsa "no era adecuada y tenía muchos condicionantes", ha defendido hoy este testigo ante el tribunal.

En la sesión de hoy del juicio ha declarado también Jerónimo Delgado, presidente de la junta de compensación de los terrenos de Las Teresitas que en 1998 fueron vendidos a los empresarios Plasencia y González.

Delgado ha explicado que, antes de esa venta el Ayuntamiento, con Pablo Matos (PP) al frente de Urbanismo, les había ofrecido adquirir los terrenos por 800 millones de pesetas (4,80 millones de euros).

Pero los propietarios querían obtener 6.000 millones de pesetas (36 millones de euros) y finalmente los vendieron por 5.500 millones (33 millones de euros) a Inversiones Las Teresitas.

Delgado ha negado que parte de los terrenos, el frente de playa, hubieran pasado a ser de propiedad municipal por figurar como garantía de una deuda de 1967 impagada en parte al Ayuntamiento, originada por las obras realizadas en la playa.

De los 50 millones de pesetas que adeudaban los propietarios, se llegaron a pagar 39 millones y los otros once millones fueron avalado por el Banco Popular, ha señalado.

En la sesión de hoy no ha llegado a declarar como testigo José Delgado Díaz, que en su día fue también presidente de la junta de compensación, debido a la discapacidad derivada de su avanzada edad.