El Círculo de Empresarios y Profesionales del Sur de Tenerife (CEST) ha criticado hoy que la Dirección General de Costas condena al cierre a las empresas que prestan servicios náuticos en las playas del sur de Tenerife, tras haber denegado la renovación de permisos.

En un comunicado el CEST afirma que el Servicio de Costas de Tenerife ha denegado estas renovaciones de servicio náuticos "que llevan otorgándose en muchos casos más de veinte años".

Al respecto, el CEST ha denunciado el "tratamiento desigual" que por parte de Costas se está dando a las playas de Tenerife y Gran Canaria.

Exige que "se utilicen con las playas tinerfeñas los mismos criterios que vienen aplicándose en Gran Canaria y el resto del litoral español, donde las medidas de protección de la fauna marina se llevan a cabo permitiendo un margen para las zonas de actividades náuticas turísticas".

Considera el CEST que Costas, a través del Servicio Provincial de Tenerife, está provocando "un agravio comparativo aplicando diferentes varas de medir al prohibir en Tenerife lo que permite en Gran Canaria".

Relatan que la Orden 2417/2011 conforme al plan estatal Red Natura 2000, restringe las actividades turísticas en la costa sur con especial incidencia en la Zona Especial de Conservación (ZEC) Teno-Rasca, afectando por tanto dichas prohibiciones a las playas urbanas más turísticas.

A raíz de dicha Orden, que declara estas zonas costeras como lugares marinos de importancia comunitaria (LIC), se establecen limitaciones en su uso "sin reparar en el grave impacto que esto provoca en la economía con la destrucción de puestos de trabajo, la desaparición de pequeñas y medianas empresas".

El CEST calcula que cerca de 500 puestos de trabajo directos e indirectos se verán afectados si no se actualiza y desarrolla de forma adecuada la aplicación de dicha Orden.

Así, los empresarios defienden la necesidad de proteger la fauna marina pero ponen de manifiesto que "es igualmente necesario compatibilizar ese compromiso compartido con las particularidades de nuestra economía".

Desde el CEST se apunta que la Orden se está aplicando "de espaldas a los intereses de la isla, generando importantes daños que si no se corrige la situación irán a más".

También el CEST considera que la protección del litoral debe compatibilizarse con las necesidades de las playas urbanas, advirtiendo además de que "la ZEC Teno-Rasca no permite disponer de la arena que las playas urbanas necesitan para su regeneración, como así se hizo cuando se construyeron".

Al restringirse el uso de la arena que hay delante de las playas, en el fondo marino, se obliga a adquirir arena artificial "más sucia e incómoda para los usuarios", han señalado.