Los delegados de personal de CCOO, USO, CSIF y UGT, que conforman el comité de empresa del Centro de Internamiento Educativo para Menores Infractores (CIEMI) Valle Tabares, han solicitado la creación de una bolsa de trabajo que permita "rapidez" a la hora de contratar personal educativo eventual, con el fin de cubrir "de inmediato" tanto las bajas médicas como las producidas por el disfrute de vacaciones.

Asimismo, exigen un incremento de la plantilla del personal laboral considerando el elevado número de usuarios actual, así como la disminución de los trabajadores adscritos al centro.

En un comunicado, el comité de empresa de Valle Tabares recuerda que han denunciado en más de una ocasión al departamento de recursos humanos de la Fundación Canaria de Juventud IDEO las situaciones en las que los trabajadores desarrollan su trabajo, sin recibir hasta el momento respuesta satisfactoria alguna, lo que viene suponiendo que su malestar y preocupación vayan en aumento por la situación en la que se encuentra el centro.

Según los sindicatos, los problemas con los que los trabajadores se encuentran son el incremento del número de usuarios, disponiendo de 105 menores/jóvenes en noviembre 2016, cantidad que duplica el volumen de usuarios que había en el centro en el mes de julio 2016. Este incremento es debido principalmente al traslado de menores desde el CIEMI de La Montañeta, de Las Palmas de Gran Canaria.

También se enfrentan a un descenso del número de trabajadores en plantilla, pues, según explica el comité de empresa, muchos de ellos se encuentran de bajas por incapacidad temporal, otros han sido despedidos, algunos han solicitado y se les ha concedido el traslado por movilidad geográfica, y que no son sustituidos por nuevos trabajadores.

Otros problemas son el incremento del número de unidades de convivencia con el consecuente aumento de espacios físicos a vigilar; el aumento de episodios de conflictos entre menores/jóvenes y/o de agresiones al personal educativo y vigilantes; la disminución de la calidad de los procesos educativos y terapéuticos por falta de recursos humanos y especialistas.

A su vez, se quejan del aumento de la carga emocional y física de los trabajadores: estrés, inseguridad, ansiedad, principio de síndrome de burnout, lo que ha supuesto la ampliación del número y la extensión temporal de las bajas laborales.

Otro problema es la proliferación de expedientes disciplinarios del personal debido a supuestas malas actuaciones/intervenciones en conflictos entre menores/jóvenes; los turnos de trabajo con plantilla de 17/18 trabajadores cuando se necesitan un número mínimo de 25 en cada uno de esos turnos, y el retraso en las sustituciones de los trabajadores de baja médica y de los trabajadores que disfrutan de su periodo vacacional.