La comunidad de propietarios del edificio que se derrumbó en abril del año pasado en Los Cristianos (Tenerife) y en el que fallecieron siete personas, ha hecho público un comunicado este viernes en el que aclara que "no es cierto que haya desatendido" las labores de mantenimiento del inmueble.

Así, señala que en 2004 se encargó un estudio pericial a la empresa Análisis Constructivos Atlante S.L.U --la misma que hizo el informe del pasado octubre-- para conocer las causas de unas fisuras aparecidas en algunas viviendas y zonas comunes del edificio tras la ejecución de unas obras por parte de Banesto.

Según la comunidad, en ese informe, el perito concluyó que las "patologías" descritas tenían su origen en la eliminación total de los cerramientos de fachada en planta baja por Banesto, que junto con el diseño asimétrico de la estructura, provocaron flexiones originando las lesiones.

Además, hacía alusión a que una mejor planificación de las obras de reforma por el banco, así como el estudio de las asimetrías estructurales, podría haber evitado las fisuras, informando en todo caso de que las lesiones "no suponían un riesgo" ni indicaban daños estructurales.

En esa línea, advertía de que "si no cambiaban las condiciones de cargas no tenían por qué evolucionar", por lo que no se realizó advertencia alguna a los propietarios sobre posibles riesgos ni se hicieron recomendaciones de vigilancia o control de intervenciones futuras, "ni mucho menos de la necesidad de ejercer controles periódicos de la estabilidad del edificio".

De hecho, la comunidad señala que las fisuras fueron corregidas por Banesto y nunca más aparecieron daños de este tipo en el edificio hasta horas previas a que se derrumbase.

Los propietarios apuntan también que el proceso judicial "se encuentra aún en fase de investigación", y las causas del derrumbe tendrá que dilucidarlas la justicia, al tiempo que piden a los medios de comunicación "especial prudencia" a la hora de trasladar hechos a la opinión pública "aún no constatados".