Nadie sabe precisar bien desde cuándo está vallada, pero todos los consultados reconocen que hace ya casi un año. Así está un tramo de acera de la capital tinerfeña, ubicada en un punto neurálgico de la capital, después de que unas lluvias de cierta intensidad provocaran la inundación de un garaje subterráneo y la acera que hay encima se quedara sin soporte, esto es, el terreno hueco debajo.

El punto en cuestión está situado en un lateral del edificio El Cabo, casi al comienzo de la avenida Buenos Aires, justo enfrente de la Consejería de Educación.

En el citado inmueble tiene su sede el Bingo Canarias, además de departamentos regionales como la Consejería de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda, e insulares como el Consejo Insular de Aguas. Es decir, que es una zona de mucho tránsito de personas por la cercanía, además, de otros edificios oficiales como la Consejería de Hacienda e, incluso, la propia Presidencia del Gobierno.

El tramo con vallas afecta a unos 80-90 metros de acera, y en él se pueden apreciar aún las cintas que colocó en su momento la Policía Local de Santa Cruz. Desde ese momento hasta ahora, casi nada se ha hecho al respecto.

Así al menos se desprende de las diferentes consultas realizadas en el Ayuntamiento de la capital, donde costó ubicar el asunto. Finalmente, es responsabilidad, por lo menos en parte, de la Concejalía de Bienestar Comunitario y Servicios Públicos.

Su responsable, Dámaso Arteaga, indicó ayer que la inundación de los garajes se produjo como consecuencia de una mala ejecución del edificio. "El edificio debe impermeabilizarse, y si los garajes se inundan es que no lo está", sostuvo Arteaga.

El edil apuntó que se han dirigido a la Gerencia de Urbanismo de la capital para que ofrezca detalles de la obra (constructor y demás), por si pudiera haber "algún tipo de vicio oculto".

Los defectos o vicios ocultos son, en Derecho, los posibles defectos que puede tener una cosa que es objeto de compraventa y que no son reconocibles en el examen de la cosa en el momento de la entrega.

"De todas formas, -aseguró el edil- ya estamos valorando la reparación de lo que es la acera pública, que es la responsabilidad municipal. Entendemos que no tenemos responsabilidad en lo que pase de la acera para adentro".

Dámaso Arteaga reiteró que cada edificio "debe protegerse" de las humedades "en general", es decir, "no solo en las fachadas sino también cuando se hacen los desmontes y la cimentación". "En este caso parece que es lo que ha pasado", remarcó el edil, y tratamos de determinar el alcance del problema.