Jóvenes de entre 16 y 20 años en situación vulnerable podrán acudir en Tenerife a una escuela prelaboral para adquirir competencias básicas para continuar su formación u optar a un empleo, con una metodología pionera que les brindará el inicio de una segunda oportunidad en la vida.

La escuela prelaboral es un proyecto que promueven el Cabildo de Tenerife, a través de la Fundación Insular para la Formación, el Empleo y el Desarrollo Empresarial, y la Fundación Proyecto Don Bosco, dará plaza a dieciséis jóvenes y tendrá un presupuesto de 31.500 euros cofinanciados por el Fondo de Desarrollo de Canarias.

La formación se prolongará desde el 1 de abril hasta noviembre de este año en un centro situado en el barrio lagunero de Taco y el consejero de Empleo del Cabildo de Tenerife, Leopoldo Benjumea, subrayó que esta iniciativa experimental supone una forma de "resetear" la búsqueda de empleo para jóvenes que no han completado su formación académica.

El director territorial de la Fundación Proyecto Don Bosco, Miguel Ángel Rojas, destacó que el impulso a este programa nace de un dato, el hecho de que casi un 20 por ciento de los jóvenes canarios, uno de cada cinco, no tiene titulación o solamente la obligatoria, pero tampoco tienen habilidades para superar los programas de inserción laboral.

Como ejemplo detalló que el pasado mes una joven con un hijo a su cargo que había realizado un curso de manipulador de alimentos gracias a la Fundación le relató cómo al enfrentarse a la prueba escrita para obtener la capacitación comenzó a sudar y no pudo ni retener el bolígrafo.

"¿Qué pasaría cuando la ansiedad que todos hemos sentido ante una asignatura se extendiera a todas las materias?", se preguntó Miguell Ángel Rojas, quien insistió en que la escuela prelaboral se dirige a jóvenes que han fracasado en el mundo educativo y también en los programas de empleo.

La Fundación Proyecto Don Bosco trabaja sobre la idea de que los jóvenes sí saben afrontar el mundo laboral pero "no pueden" por cuatro factores que se trabajarán en la escuela, y el primero de ellos es el de potenciar el autoconocimiento y la autoestima, el de que acepten que "sí pueden".

Otras competencias son la gestión emocional y la tolerancia a la frustración, pues habitualmente se trata de jóvenes que viven el ambiente educativo como un conflicto permanente en contraposición a su falta de habilidad académica, así como las materias académicas básica, como lectura, escritura y razonamiento matemático.

El último punto que se potencia es el de las competencias sociales y cívicas y un aspecto que destacó Rojas es que con frecuencia un joven con fracaso educativo se relaciona con otros en su misma situación, de manera que "bajan juntos al carnaval" pero no suelen unirse a grupos deportivos y artísticos.

Los organizadores del proyecto esperan "dos cosas" de los jóvenes participantes, o que vuelvan al sistema educativo o que recurran al programa del Cabildo de Tenerife "Barrios por el empleo" para facilitar su inserción laboral.

La idea del proyecto es que funcione "en red", dijo Miguel Ángel Rojas, y la Fundación ha contactado con el Instituto de Atención Social y Sociosanitaria del Cabildo de Tenerife, unidades de trabajo social municipales, centros educativos y los programas contra el absentismo escolar de Santa Cruz de Tenerife y de La Laguna para seleccionar a los participantes.

Hay más jóvenes de los que pueden participar en la escuela prelaboral, admitió Rojas, y la Fundación Proyecto Don Bosco ofrecerá programas alternativos a los que no puedan asistir a ella.

El consejero de Empleo del Cabildo tinerfeño, Leopoldo Benjumea, subrayó que también se trabaja con la Fundación en lanzaderas de empleo, y expresó su intención de sacar adelante iniciativas de inserción laboral para personas con la misma situación vulnerable y escasa formación académica de entre 30 y 45 años.