La Pasión se vivió ayer una hora después en la Península. Parafraseando el clásico de la señal horaria que remarca la diferencia insular, esta representación "made in Adeje" se emitió por televisión a nivel nacional por 13TV. Lo que comenzó como una obra de teatro a las puertas de la iglesia de Santa Úrsula de la mano de Ana Montesdeoca, y que luego tomara el testigo Laura Marrero, ayer dio un salto que certifica su calidad con una repercusión nacional. Es el premio a más de dos décadas de dedicación para engrandecer el Viernes Santo, hasta convertir Adeje en un referente de la Semana Santa.

Ya sea vocación, novelería o pasión por el teatro, más de trescientos vecinos de este pueblo del Sur de Tenerife se convierten en actores aficionados de una puesta en escena espectacular. Tiene el encanto de convertir en protagonistas en quienes a diario desarrollan su vida como uno más y durante dos horas son referente. La Pasión de Adeje tiene el encanto de transformar a José Antonio López, vecino del barrio de Armeñime y monitor de la asociación San Juan del pueblo -dedicada a la atención de discapacitados- en Jesucristo, o a Ana Oneida Borges, natural de Los Olivos y trabajadora municipal, que asume el papel de Virgen María. Son solo algunos ejemplos de esos centenares de vecinos que viven con devoción e intensidad la Pasión de Adeje.

La representación ha crecido con el pueblo. Antes la crucifixión era abajo, en la plaza Cruz del Llano, y hace 5 años se trasladó a la plaza de España, espectacular marco que deparó este remodelado entorno, donde las escaleras de la iglesia se convierten en un graderío desbordado por turistas. El continuo ir y venir de visitantes contrasta con la quietud de la tarde, primero con la procesión magna y luego con la singular del Silencio.