Un apicultor de Tegueste denunció recientemente ante la Guardia Civil el envenenamiento de casi 200.000 abejas en una finca de su propiedad y que dicha acción fue premeditada, ya que, según un veterinario, el autor utilizó una máquina de sulfatar.

El afectado, que afirma que tiene dicha explotación desde hace más de 30 años, comenta que, además del perjuicio económico que se la causado, se ha generado un problema medioambiental, ya que algunas aves o lagartos también han muerto, supuestamente tras comerse las abejas envenenadas.

El denunciante afirma que los hechos ocurrieron el pasado 2 de abril, en horario de tarde, en la zona de El Caidero.

Según explica la víctima del incidente, el autor o autores impregnaron con un "poderoso veneno" las "piqueras" (el espacio por el que las abejas entran y salen de las colmenas).

El apicultor afectado indica que se percató de que se vertió un producto tóxico en unas 26 colmenas en total, lo que supone una pequeña parte de su explotación, según comenta.

Según la estimación efectuada por el ganadero ante los agentes de la Guardia Civil que recogieron su denuncia en la Comandancia Provincial, las pérdidas directas generadas por el envenenamiento ascienden a 5.000 euros.

Hasta su finca también acudió un veterinario especializado en apicultura.

Según este profesional, los daños ocasionados al denunciante rondan los 3.700 euros.

El informe de dicho veterinario determina que "los signos observados en el apiario y en las abejas muertas son altamente compatibles con un envenenamiento intencionado".

Además, el citado profesional señala en su escrito que, "dado que el colmenar está alejado de cultivos y en una zona de difícil acceso, se descarta la hipótesis de un problema accidental".

El denunciante afirma que el autor o autores del envenenamiento conocen muy bien la zona, puesto que los alrededores de su finca no son frecuentados por muchas personas y, además, las colmenas están en un lugar discreto.

El afectado señala que ha puesto los hechos en conocimiento de la Dirección General de Ganadería del Gobierno canario, así como de la Asociación Apícola de Canarias.

Calcula que, debido a la muerte de las mencionadas abejas, puede haber perdido unos 650 kilos de producción de miel para la presente temporada.

A partir del citado episodio, el vecino de Tegueste comenta que ha instalado cámaras de vigilancia en su finca.