Es el gran asunto de las últimas semanas en la Isla, pero ayer el fenómeno de las microalgas tuvo una especial incidencia, sobre todo en Radazul, en El Rosario. Una gran mancha que recorría toda la bahía de este núcleo y que tenía una especial incidencia en las inmediaciones del puerto deportivo se convirtió en protagonista desde primeras horas de la mañana.

Si bien el caso de Radazul fue especialmente significativo, este problema se extendió ayer por el litoral de la vertiente sur desde El Rosario hasta Güímar, pasando por Candelaria, donde la principal singularidad fue el color rojizo que adquirió el agua. También otros puntos, como la santacrucera playa de Las Teresitas y Bajamar, en La Laguna, se vieron afectadas por estas especies.

"El Ayuntamiento de El Rosario se remite a la información dada por Salud Pública y el Gobierno de Canarias sobre este fenómeno. Tenemos puestas las banderas amarillas desaconsejando el baño, siguiendo las instrucciones que ellos nos han dado", explicaban durante el transcurso de la jornada de este sábado fuentes oficiales del Consistorio rosariero.

Como se recordará, la postura del Ejecutivo regional es que la proliferación masiva (blooms) de microalgas en las costas de Tenerife es debida a un fenómeno natural que no tiene ninguna vinculación con los vertidos de aguas residuales, según aseguraron semanas atrás el director general de Salud Pública y la directora general de Protección de la Naturaleza José Juan Alemán y Susa Armas, en una rueda de prensa para abordar desde un punto de vista técnico y científico el fenómeno de las microalgas y la calidad de las aguas del litoral.

En su intervención, el director general de Salud Pública explicó que la proliferación de microalgas es un fenómeno natural cuya floración se debe al aumento de la temperatura del mar, a la calma de las mareas y a la calima, y añadió que desde que se originó este fenómeno se ha constatado que en los casos de afecciones de la piel no se han detectado efectos asociados a lo ocurrido.