Nervios, emoción, satisfacción pero, sobre todo, orgullo de barrio. Ayer, los vecinos de San Matías no podían -ni querían- esconder la felicidad que suponía que la reina inaugurara el curso escolar en su centro. "Se lo merece el colegio y la zona. Somos un buen barrio", insistía Mari Rodríguez, apenas una hora antes de que doña Letizia recorriera las instalaciones. Su defensa no fue un hecho aislado. En San Matías están cansados de que se les asocie siempre a problemas. "Está muy bien que venga gente importante, porque estamos muy orgullosos de nuestro colegio; que se sepa que ha ganado incluso premios nacionales".

Este reconocimiento bien merecía un madrugón. Aunque el acto oficial estaba programado a las once y media de la mañana, algunos vecinos se colocaron detrás de las vallas de seguridad desde antes de las nueve. No querían perderse ese "hecho histórico". "Habrá que verla al menos una vez en la vida", decían. Las vecinas más veteranas recordaban cómo llegaron hasta San Matías, muchas desde La Gomera, hace 40 años, antes de que la autoconstrucción conformara este núcleo humilde. Aquí han sido muy felices y la visita de ayer fue entendida como un homenaje a lo que no se suele apreciar del barrio: el tesón y el esfuerzo de cientos de personas anónimas.

El viaje de doña Letizia sirvió, además, para dar un lavado de cara a la entrada del colegio. No convenció a todos. "Si viene, que sea para traer perras", decía uno de los pocos espectadores escépticos. "Todo no lo puede arreglar, no es Dios", le contestaba otra.

Más emoción se respiraba dentro del colegio. Los niños sabían que ayer era un día especial. Esperaban ver a una princesa con corona, como la habían dibujado en algunos carteles que colgaban por los pasillos. La realidad no les decepcionó. Le cantaron cumpleaños feliz -la reina celebró el viernes pasado sus 45 años- y corearon su nombre -"¡Leti, Leti!"- mientras ondeaban banderas que ellos mismos habían coloreado. Entre todos los alumnos diseñaron un libro de regalo en el que cada clase elaboró una de las 18 páginas. Yumalai, una de las niñas elegidas por sorteo para entregar el presente a su majestad, casi temblaba después de abrazarla, en el patio, ante sus más de 300 compañeros.

En el recorrido por el centro, doña Letizia conoció varias aulas de niños de distintas edades y pudo comprobar cómo las maestras enseñan competencias matemáticas a los niños usando una venta simulada, que ayer tenía productos canarios -almogrote, piña tropical, galletas gomeras o tomates-, o divulgan valores ambientales cultivando un huerto escolar, que cuida como voluntario el abuelo de uno de los niños.

Durante la visita, que duró alrededor de hora y media y en la que se destapó una placa conmemorativa de la apertura oficial del curso, estuvieron presentes el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo; el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo; la consejera de Educación, Soledad Monzón; el alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz, y el presidente del Cabildo, Carlos Alonso, entre otros.

Jacinto Díaz, el director del colegio, valoró especialmente la cercanía de la reina, que dedicó tiempo a los pequeños en cada espacio por el que pasó -incluida un aula enclave-, se sentó con ellos en sus pupitres y se interesó por lo que estaban aprendiendo. "Me habían dicho que solía romper el protocolo y es verdad. Ha sido muy natural y espontánea".

Jacinto no sabe con exactitud por qué la Casa Real, el Ministerio de Educación o la Consejería optaron por su colegio para llevar a cabo el acto oficial, pero quiere pensar que "el trabajo metodológico y pedagógico que se ha hecho en el centro durante 40 años" y que mejora "la integración social, la convivencia y la igualdad de oportunidades" ha tenido algo que ver. Gracias a los numerosos proyectos de innovación en los que participa, el colegio ha alcanzado un elevado nivel de conexión entre el entorno y el barrio.

Además, el CEIP San Matías es uno de los catorce centros escolares seleccionados dentro del nuevo proyecto de enseñanza bilingüe en las Islas. Desde este curso, al menos el 40% de las horas lectivas en Infantil de 3 años, primero y segundo de Primaria se impartirán en inglés. Para seguir avanzando en el nivel de competencias de sus docentes, estos tendrán la oportunidad de formarse en un país anglófono un trimestre completo este curso.

Al término del encuentro, el director tenía muy claro qué era lo que más había disfrutado doña Letizia. "Lo que más le ha gustado a la reina son los niños, que son muy espontáneos, con gran facilidad y conocimiento por temas de medio ambiente", dijo, con tanto orgullo como los vecinos hablaban de su barrio.

Un colegio comprometido con el medio ambiente

El director, Jacinto Díaz, destacó numerosos proyectos que ha liderado o en los que ha participado el centro, pero puso especial énfasis en que el colegio hubiera ganado el año pasado el segundo premio a nivel estatal del concurso "Play Energy", en el que se trabaja en el aula un proyecto sostenible e innovador que ayuda a promover la concienciación por el entorno desde edades tempranas. Para este certamen, la comunidad educativa llevó a cabo una iniciativa sobre energías renovables denominada "Tenerife Smart Island San Matías, un Barrio Sostenible", donde apostaba por la energía eólica y la mareomotriz. La idea era poner de relieve la potencialidad que la isla ofrece, con los vientos alisios y las mareas, para generar electricidad, y, al mismo tiempo, promover el transporte eficiente y sostenible en el barrio.

El menú de la reina

El cocinero elegido para elaborar el menú de la segunda visita de la reina fue el reputado chef Lucas Gamonal. En esta ocasión, doña Letizia pudo degustar, tras visitar el colegio de San Matías, tortilla de aguacate, bubango y cebolla de guayonge; montadito de pata asada, plátano y aliño de hierbahuerto; rulo de queso de cabra canaria, aguacate y berros; brochetas de frutas canarias y rosquetes de yema y vino del Aderno, además de zumo de piña herreña.

Protocolo de seguridad

El estricto protocolo de seguridad de la Casa Real hizo que desde primeras horas de la mañana se procediera a revisar el colegio y las zonas aledañas. El despliegue de agentes se notaba en las inmediaciones del colegio, donde desde hace días había numerosas señales que prohibían aparcar. Los vecinos, para indicar dónde estaba el colegio, repetían: "Donde veas muchos policías". Algunos, de paisano, controlaban desde las alturas de edificios cercanos que todo el acto se desarrollaba sin incidentes. Así fue.